Un certamen que demuestra, según la delegada de Cultura, Raquel Vega, "que la creación y la literatura son líneas estratégicas para nuestra institución a las que se suman los talleres literarios, tertulias y el respaldo a publicaciones que profundicen en nuestro patrimonio, historia e identidad".

Una caja enigmática que contiene un corazón de madera que en otro tiempo perteneció a un posible Pinocho es el relato ganador de José Cristóbal Atienza Sobrino. Bajo el título 'Corazón de niño' el autor teje una enigmática historia con un final sorprendente. La calidad del texto no deja lugar a dudas y viene de la mano de un escritor que de niño devoraba tebeos y que con diez años descubrió por casualidad la novela 'El viejo y el mar' de Hemingway, entrando a partir de ahí en el infinito universo de la literatura.

A este magnífico trabajo le siguen otros dos relatos finalistas no menos interesantes. Pedro Padilla habla en 'Tomás' de la soledad, una "enfermedad sin vacuna que brota súbitamente a la edad de los doce o trece años".

'¿Adónde van los globos?' es el relato de José Pedro García Parejo en el que un padre y una hija son testigos directos de la llegada de "la masa rugiente" que rompe las alambradas que le han cortado el paso durante años para invadir una tierra hasta ahora negada.

En la categoría Infantil-Juvenil, la ganadora Sara Bermúdez García empieza a apuntar maneras con un relato de amor adolescente contado en segunda persona. 'Corazón de hielo. Tu historia será la mía' deja entrever a una futura escritora rinconera de éxito.