Ingenio, creatividad y grandes dosis de paciencia han tenido que desarrollar las familias de alumnos y alumnas del centro para convertir unas latas de refresco, un tetra brick de zumo o unos tapones de refresco en juguetes
Con
un bote de suavizante vacío, un par de tapones de refrescos, un trozo de cuerda
y algún que otro trozo de cartulina con un poco de pintura se puede construir
un juguete. Así lo demuestra la exposición de juguetes reciclados que en estas
semanas se está exponiendo en la Escuela Infantil Gloria Fuertes. Las encargadas de esta
transformación son las familias con ayuda de los pequeños. La directora del
centro, Trinidad Castro, se ha mostrado gratamente sorprendida por la
implicación de las familias “en esta edición tenemos una gran cantidad de
juguetes pero es que además se nota que las familias se han esforzado mucho en
la fabricación porque no hay más que verlos para darse cuenta que no se hacen en
un rato sino que han invertido mucho tiempo en hacerlo posible.”
El emblemático depósito del agua hecho con latas de refrescos, una caja de cartón convertida en lavadora, tapones de plásticos que vuelven a ser útiles como piezas de un juego de mesa o botellas de plástico que se reutilizan como un juego de bolos son solo algunos ejemplos de los juguetes que se pueden contemplar en esta exposición bianual. Una forma divertida de ir creando desde pequeño conciencia medioambiental y entender que darle un segundo uso a lo que habitualmente tiramos a la basura es una de las medidas más efectivas para preservar la naturaleza.