A punto de cumplirse 15 años de la fundación de la empresa Ecomática, Juan Bosco, su gerente, confiesa sentirse muy satisfecho de todo el trabajo realizado. Este sevillano, que nunca hubiese pensado en dedicarse al mundo de la imprenta, decidió apostar por las artes gráficas casi por casualidad y desde entonces el negocio no ha hecho nada más que crecer. Según recuerda, "comencé yo sólo y ahora tengo a 20 personas dedicadas a esto exclusivamente". Poco a poco, ha ido adquiriendo maquinaria adaptada a los nuevos tiempos ya que, según él, "en este mercado hay mucha competencia porque todas las empresas necesitan que se les haga tarjetas de visitas y otro tipo de trabajos". Su última adquisición ha sido una máquina de cinco colores con 16 cuerpos de impresión que casi están aún probando, pues la recibieron hace escasamente 15 días. Se trata de la primera de toda Andalucía con estas características tan específicas y permitirá a este empresario afinar mucho más en sus trabajos y hacerlos con más calidad. "Si no nos actualizamos, nos quedamos atrás porque somos muchos los que nos dedicamos a ésto y la diferencia está en la calidad del servicio", señala. En total, Ecomática tiene algo más de 1.000 metros cuadrados de superficie, distribuidos en dos naves, una en El Cáñamo I y otra en III, y cinco máquinas que realizan trabajos sólo de impresión. Y es que, además, Juan Bosco cuenta otras tantas dedicadas a la postimpresión, dos de las cuales también ha adquirido hace algunos meses. La empresa, afincada en La Rinconada, facturó el pasado año más de un millón de euros y con la nueva máquina en la que tiene puestas todas sus ilusiones esperar superar los dos millones. Para el gerente de Ecomática, la clave del éxito está en reinventarse cada día y apostar con todas las fuerzas por el trabajo que está realizando. "Todo lo que gano lo invierto en ampliar el negocio y modernizarlo para ampliar la cartera de clientes". Lejos queda ese primer local que adquirió para desarrollar su actividad informática donde, casi por casualidad, había una imprenta que decidió comprar también. "Tenía bastantes clientes que me demandaban este servicio y di el paso, pero esa máquina estaba ya muy anticuada para las necesidades de las empresas actuales". Ésos fueron los comienzos y, 15 años después sigue ilusionado día a día por avanzar en el mundo de la impresión. Ahora, además de continuar con los trabajos de siempre, quiere iniciar la imprensión de colecciones de libros y catálogos de alta calidad, que gracias a la nueva y pionera máquina, podrá hacer.