“La Rinconada lo que quiere es sembrar, cultivar la cultura y desarrollar un programa que ya es un referente nacional en las letras, un proyecto semilla de fomento de la literatura, vivo en el tiempo, y que está generando con las nuevas tecnologías una verdadera biblioteca audiovisual”, ha señalado la I Teniente de Alcalde Raquel Vega. El escritor ha presentado su última novela ‘El plan maestro’ “un viaje que va a llevar a los lectores por una pregunta que todavía no ha tenido una respuesta unívoca: ¿para qué inventó el ser humano el arte?”
Finaliza Estación de las Letras 2025 y lo hace de la mejor manera, con el escritor Javier Sierra, en el que ha sido el último de los encuentros celebrados en esta edición que ha contado con más de 50 propuestas en torno a las letras, la creación y el fomento a la lectura desde edades tempranas.
Una Feria del Libro única que daba inicio el pasado 21 de marzo, en el Día Mundial de la Poesía, que tuvo como preludio de lujo la entrega de Premios de Novela y Ensayo Almudena Grandes. Novedades importantes en esta edición, como el Ciclo de Literatura Juvenil que se trasladó a los centros educativos. Numerosas actividades en torno a Antonio Machado en el 150 aniversario de su nacimiento; este año, el Premio Factoría Creativa de las Letras Iberoamericanas fue para el novelista, cuentista, ensayista y cronista mexicano Juan Villoro. En la categoría nacional se reconoció a Cristina Fernández Cuba, Premio Nacional de las Letras Españolas y considerada una de las mejores cuentistas del país. Joaquín Pérez Azaústre, Irene Reyes Noguerol, María Dueñas, Fernando Monterrubio o Javier Sierra, entre muchos otros autores y autoras, han dejado su impronta en esta Estación de las Letras. Poesía, teatro, novelas, cuentos, narraciones orales, artes escénicas y artes plásticas han marcado esta edición.
En palabras de la I Teniente de Alcalde y delegada de Cultura, Raquel Vega: “La Rinconada lo que quiere es sembrar, cultivar la cultura y desarrollar un programa que ya es un referente nacional en las letras. Un proyecto semilla de fomento de la literatura, vivo en el tiempo, y que está generando con las nuevas tecnologías una verdadera biblioteca audiovisual. Un proyecto semilla dirigido a familias, a la comunidad educativa, a colectivos, creadores, librerías y editoriales, que este año 2025, ha contado con 50 presentaciones y actos culturales y que ha florecido como un hermoso bosque de libros acogiendo a cerca de 7.000 pasajeros en diferentes propuestas que desarrolla el Pacto por las Letras de La Rinconada, una ciudad que aspira a ser reconocida como Ciudad Creativa por la Unesco”.
Y ha recordado Vega que el 16 de octubre de 2020, en plena pandemia, “hicimos un streaming con Javier Sierra que presentó su libro ‘El mensaje de Pandora’, que ya cuenta con 45.000 visualizaciones, y que fue una fuente de inspiración para la reinvención de la feria del libro tradicional que se convirtió en una estación literaria de 12 semanas”.
También Javier Sierra, antes de iniciar la tertulia literaria de la presentación de su última novela ‘El plan maestro’, ha hablado sobre Estación de las Letras: “Todos los proyectos de fomento a la lectura, de acercar autores a sus lectores, de despejar ese camino que a veces es difícil de conquistar con una buena lectura… todos esos esfuerzos son pocos, se quedan cortos, pero, en el caso de La Rinconada, ese camino se está haciendo de manera brillante”.
“La novela va a cambiar la forma de ver el arte”
La nueva novela de Javier Sierra ‘El plan maestro’ es, tal y como la ha definido su autor en un encuentro en el Centro Cultural Antonio Gala que ha estado conducido por el también escritor Antonio Puente Mayor, “una aventura, un viaje que va a llevar a los lectores por una pregunta que todavía no ha tenido una respuesta unívoca: ¿para que inventó el ser humano el arte? Esto sucede hace unos 70.000 años, en el arte rupestre y todas las consideraciones que se han hecho hasta ahora estéticas, históricas, etc. no resuelven esta pregunta y ese para qué, probablemente, tiene su respuesta en la magia. Lo curioso es que lo mismo que se pintaba hace 70.000 años, está latente hoy en la pintura moderna contemporánea, así que el viaje es fascinante y va a cambiar mucho la mirada para el lector”.
A lo largo del encuentro, el ganador del Premio Planeta 2017 por su novela ‘El fuego invisible’, ha recordado diferentes momentos de su vida que lo han llevado a ser el escritor que es hoy.
Como en un verano de 1982, cuando junto con sus amigos hacía un periódico “muy rudimentario con crónicas de lo que hacíamos, de partidos de fútbol o entrevistas”. En una tarde de “redacción”, vieron en una colina a una especia de gigante, al contárselo a sus padres, éstos los regañaron y reprimieron el recuerdo. “Pero ese recuerdo emergió cuando empecé esta novela. “Construimos estos recuerdos, exageramos, lo ocultamos… y todo eso crea un pasado sobre el que cimentamos el presente”.
Ese interés por el misterio, por saber la verdad que alimentó desde pequeño, lo llevó a estudiar periodismo, “pero yo quería hacer un periodismo de cosas raras”. Trabajó en la revista ‘Mas allá’ que acabaría dirigiendo; creando la publicación ‘Año cero’; buscando misterios y casualidades que lo llevaron, por ejemplo, al misterio de Sor María de Jesús de Águeda que se convertiría en su primera novela ‘La dama azul’ (1998) y que sería el inicio de su carrera literaria. “La trayectoria de mi carrera sigue marcada por los misterios vinculados con la historia, el arte y la arquitectura”.
Ha recordado Sierra también cuando en un viaje a Egipto durmió, al igual que lo hiciera Napoleón, en la Gran Pirámide de Giza. “Napoleón quiso pasar la noche en la pirámide por el rumor de que tanto Alejandro Magno como Julio César lo habían hecho. Cuando salió al día siguiente era un hombre totalmente diferente. Sus hombres le preguntaban qué había pasado y él les dijo: Aunque os lo contara no me ibais a creer”. Así que el escritor decidió también dormir dentro de la pirámide, en una noche que fue de ecos, oscuridad y silencio, que le hizo recordar el mito de Isis y Osiris. “Al salir fuera y sentir el aire en la cara tuve la sensación exacta de estar vivo y tardé en comprender que había estado muerto, como un simulacro de la muerte, y había vuelto a la vida como Osiris. Entré como reportero y salí como escritor. Ahí, sin ser consciente, había cambiado mi manera de entender el mundo y sigo con esa sensación de enfrentarme a esa tiniebla con la imaginación, que es lo que hago con mis novelas”.
La búsqueda de entender y la curiosidad perenne lo llevan ahora a ‘El plan maestro’. “Trata de cambiar el punto de vista del lector respecto al arte. El arte, hace 70.000 años, no tenía una función estética ni narrativa. Era un mecanismo mágico que servía para señalar los puntos de interconexión entre el más allá y el más acá”. En 2013, el escritor llevó a sus hijos a visitar cuevas prehistóricas porque estaba interesado en ver una segunda mirada de los niños en el arte rupestre. “Fue María Sanz de Sautuola quien pasó a la historia un día de verano de 1879, cuando se convirtió en la primera persona en contemplar las pinturas de Altamira desde que la entrada de la cueva se derrumbó hace 13.000 años. Tenía ocho años cuando descubrió las pinturas, acompañaba a su padre, Marcelino Sanz de Sautuola. Esto me llamó la atención”.
Con sus hijos en Puente Viesgo descubrieron una estalactita tallada como un bisonte que a la luz de la linterna proyectaba la imagen en la pared. “El origen del arte no era algo estético, sino vivo y que cumplía una función”.
El autor de ‘El maestro del Prado’ ha querido “reenseñar a mirar” Inspirado en mitos sobre dioses instructores que guiaron a la humanidad en momentos clave, Sierra retoma esa figura y la reinterpreta como un enigma contemporáneo: personajes misteriosos ocultos en los museos, guardianes de saberes olvidados.
Como el ojo humano que puede observarse en el lago y la fuente de la tabla central de ‘El jardín de las delicias’ de El Bosco; una imagen formada por el cielo entrevisto a través de las ramas y hojas de los árboles en ‘La primavera’ de Botticelli que son unos pulmones o en ‘La creación de Adán’, donde Miguel Ángel, obligado por el Papa a pintar a Dios creando a Adán en la Capilla Sixtina, coló a Dios en medio de un velo que tiene forma de cerebro humano.
“El plan maestro es un cambio de mirada respecto al arte. Partimos de la mirada estática hacia una mirada mágica. Sirve de puente y ventana a otros mundos”.