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Por Antonio Borrego
Recientemente se celebraba la asamblea de socios del Rinconada. Vistos los resultados en las últimas campañas y viendo la plantilla confeccionada para este ejercicio, da la sensación de que los que están ahora están haciendo las cosas lo mejor posible, poniendo en práctica sus propuestas y sus ideas para intentar mejorar, con un proyecto que ilusiona a la afición que, a base de resultados y buen juego, ha ido creciendo hasta llenar el Nuevo Ramos Yerga.
Sin embargo, hubo quien alzó la voz para quejarse de la gestión que lleva a cabo Ángel León. Cierto es que fueron voces aisladas, pero en mi opinión, al presidente sólo se le puede aplaudir. Un tipo que llega a un club en el que el dinero ha desaparecido, que firma un ejercicio sobresaliente en lo deportivo, a un paso de División de Honor y que deja una entidad saneada en lo económico es para ponerse de pie.
El mayor éxito del Rinconada fue acabar primero en una Preferente y jugar la fase de ascenso a Tercera. Si extrapolamos las categorías es más o menos lo mismo que ha hecho este año y el pasado, con Raúl, y hace tres años, con Nando. Es decir, que se están igualando los mejores registros de la historia y con perspectivas de seguir creciendo, con un plantillón de categoría. No hay peor ciego que quien no quiere ver.