«El cumplimiento de la Ley no conlleva mérito sino obligación; lo que sí es destacable es que el PGOU que revisamos, nazca con un techo legal tan amplio que nos distinga como el primer Plan que cumple por adelantado con el POTA, con el POTAU y hasta con la iniciativa aprobada hace unos días en el Parlamento sobre los porcentajes permitidos por la Junta de crecimiento residencial».
Esta afirmación es del delegado de Urbanismo del Ayuntamiento, Antonio González Rubio, un experimentado político local que ya fue responsable de la redacción del PGOU.
González sólo mira de reojo el marco legal del nuevo documento urbanístico, consciente y confiado de que «La Rinconada lo cumple con creces» y se centra más en «la nueva realidad que viviremos a la vuelta de la esquina, igual que ya podemos hacer balance de lo que el PGOU del año 2000 ha traído de bueno para los rinconeros».
La autovía de Acceso Norte, el Parque Aeronáutico, los Cáñamos, el Consorcio de Transportes, el salto de dos arroyos hacia la unión, la regularización de la Jarilla y de Tarazona, la definición del modelo residencial que para La Rinconada queremos a la luz en El Santísimo, la apertura de nuevas vías de tráfico, y un largo etcétera, componen el rosario de acciones que el presente Plan General de Ordenación recogía «y que en sólo séis años ha dado un vuelco estructurante a la localidad».
«Y el arroyo, saber al milímetro cómo vamos a eliminar la cicatriz es también parte del PGOU vigente», recuerda en un aparte protagonista.
Por delante, la revisión incluye acciones que estando en el Plan y teniendo iniciados documentos de planeamiento, aún no se han activado. Tal es el caso del Mogollón, de las Ventillas, de la Haza de la Era y del propio Pago de En Medio, calificado como «guinda del pastel que todos los rinconeros tendremos ocasión de saborear».
En la Revisión se reestudia lo planeado y se incorporan nuevas acciones con el objetivo de «encontrar nuevas formas de hacer ciudad, barrio a barrio». Así, de los 150 millones de euros que el estudio económico-financiero del PGOU prevé como necesarios para desarrollar el conjunto de planes, un tercio (50 millones) se destinarán al reequilibrio de zonas consolidadas, «para que ninguna barriada se quede atrás del nuevo modelo de ciudad del siglo XXI que queremos implantar en toda La Rinconada».
Si lo más destacable del PGOU de 2000 para González es «la importante dotación en infraestructuras viarias de que nos hemos dotado y el posicionamiento de la localidad como referente Norte metropolitano», en la Revisión se incorporan medidas que vienen a «consolidar esa posición privilegiada como vértice del triángulo de influencia que conformamos con Dos Hermanas y Alcalá de Guadaíra».
Y no será por peso específico de habitantes, ya que el techo de crecimiento se coloca en unos 55.000 ciudadanos, sino por la «calidad de ciudad por la que estamos apostando que nos hará ser referente en medio ambiente urbano, en sistemas generales, en vivienda protegida, en comunicaciones, en dotaciones deportivas, educativas y sanitarias», enumera el edil.
Y en este auténtico plan estructural de crecimiento, González no encuentra más explicación al voto en contra de la oposición que «el afán electoralista y orgullo de perdedor que busca desgastar políticamente incluso en contra de los intereses de los rinconeros»