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El bádminton Rinconada remonta un marcador adverso con la mitad de la plantilla de baja y aprovecha la derrota del Pitius en Arjonilla para sellar, a falta de un punto, su presencia en el duelo por el título
Un punto. Solo un punto separa al Club Bádminton Rinconada de una nueva
final de Campeonato de España. Pero, para acercarse a ella, el camino no ha
sido de rosas precisamente. Los rinconeros han sufrido para conseguir los
resultados que les dan derecho a ir con suma tranquilidad a Ibiza en el
encuentro que les enfrentará la próxima jornada frente al Bádminton Pitiús.
Ganando uno de los siete partidos estará hecho. Un claro ejemplo de lo que ha
habido que sudar fue el duelo ante el Benalmádena en Arroyo de la Miel.
El encuentro, desde antes de empezar, no pintaba bien. La plantilla rinconera
se veía seriamente mermada tras las bajas de Juan Manuel Fernández Quiles, por
enfermedad, y David Araque, por lesión, lo que sumado a las ausencias de los
internacionales Rory Easton y Freya Redfearn, dejaban a la plantilla en
cuadro para afrontar el vital encuentro en Arroyo de la Miel, ante un equipo
costasoleño que se jugaba la permanencia.
Con todo esto, el Rinconada arrancó el encuentro de la peor manera posible.
Los sevillanos, formados por Jaume Pérez y Laura Molina, comenzaron sucumbiendo
ante Rafael Gálvez y Elisa Borrás, que acabaron llevándose el encuentro tras un
tercer set que se fue a los 28 puntos (19-21, 21-13 y 28-26).
En los duelos de dobles, la suerte fue dispar para los de Antonio Molina.
Si en el Femenino las hermanas Molina superaban en dos sets a Lucía Galvín y
Ainoa Cuervas (9-21, 17-21), los rinconeros Jaume Pérez y Fran Olivares caían
derrotados en tres sets ante Alejandro Ramírez y Javier Sánchez, dos ex jugadores
del Rinconada (19-21, 21-15 y 21-16).
El Rinconada salía perdiendo en los duelos dobles. En los primeros duelos
individuales, la suerte fue de nuevo dispar para los visitantes. Rafael Gálvez
ganaba rápidamente a José Manuel Flores (21-6 y 21-11), mientras que Nerea Díaz
mantenía con vida a los suyos tras doblegar con facilidad a Lucía Galvín (14-21
y 9-21).
Con todo ello, el devenir del encuentro se dirimiría en los últimos duelos
individuales. Para la victoria rinconera, ambos encuentros debían salir
victoriosos para el lado visitante. Y así fue. En primer lugar, Marta
Molina ganaba a Ainoa Cuervas en dos sets (17-21 y 6-21) y, para cerrar el
broche a una remontada memorable, Fran Olivares ganaba en tres sets de infarto
a Alejandro Ramírez (17-21, 21-17 y 9-21).
Al término del encuentro, un emocionado Antonio Molina valoraba la victoria en tierras malagueñas: “Ha sido un encuentro a cara de perro. Sabíamos que el encuentro era vital para ellos y, sumado a nuestras múltiples bajas éramos conscientes que teníamos que exprimirnos al máximo. Estamos tremendamente contentos porque el equipo ha vuelto a demostrar que tiene madera”. En cuanto al devenir del encuentro, Molina hizo referencia a los dobles con respecto a la situación del partido: “Se nos ha apagado la luz en los dos duelos dobles que quizá esperábamos sacar adelante para llegar con tranquilidad al final del encuentro. Se podría decir que hoy las chicas nos han dado luz para seguir con vida. Con respecto a los individuales, ha sido sencillamente increíble. Fran (Olivares) ha sacado todo lo que tenía para ganar a un gran jugador y viejo conocido como es Alejandro Ramírez. El resultado de hoy sumado a la derrota de Pitiús ante Arjonilla nos hace poner pie y medio en la final. Con cautela, pero con la emoción de estar rozando con las manos una histórica final de Campeonato de España”.