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El San José no jugó su mejor partido ante el Ciudad Jardín, pero cumplió el objetivo prioritario, que era ganar, sobreponiéndose a un marcador adverso desde el inicio para lograr su cuarta victoria en las últimas cinco jornadas y comenzar a alejarse del descenso
Sin lanzar aún las campanas al vuelo, es evidente que la Agrupación
Deportiva San José está viviendo un gran momento. Ha pasado de ser un equipo al
borde del precipicio a ser uno de los más en forma de la Liga, como atestiguan
sus doce puntos de los últimos quince posibles. El efecto Che (ayudado también
por una mejora sustancial de la plantilla) comienza a dar sus frutos para poder
empezar a pensar con una permanencia tranquila.
Sin duda, ante el Ciudad Jardín, se estaba ante un encuentro trampa en el
IMD Poniente ante un equipo que tenía pie y medio en Primera Andaluza, y que se
acabó de condenar tras la derrota. El encuentro comenzó con un San José
dominante, dando la sensación de que esa sería la tónica del partido. Pero el
Ciudad Jardín, acostumbrado a las dimensiones de su campo y a dejarse dominar,
se dedicaba a achicar balones y esperar la suya. El fútbol, caprichoso por
antonomasia, quiso que los locales se adelantaran con un golazo Olímpico que
dejó frío a los cañameros, obra de Sojo. Tras el gol, el partido sufrió un
cambio de tono y fue el equipo cordobés el que tomó las riendas, con sus
limitaciones, ante un cuadro azulino que trataba de digerir ir por detrás en el
marcador. De manera progresiva, los de Che fueron ganando empaque y haciéndose
dueños del partido hasta asistir casi a un monólogo cañamero que, eso sí, no
encontraba finalización, tal vez por las malas combinaciones que desembocaban
en balones precipitados hacia Lobo, al que se encomendaron durante los minutos
restantes al descanso, al que se llegó 1-0
En la segunda parte, el equipo que salió más valiente fue el de Ariel
Montenegro, con un mano a mano tremendo de Tomy a los dos minutos que salvó
Sebas de forma milagrosa. Al igual que pasó en la primera parte, aunque ahora
al contrario, cuando peor estaban los de Che, Ismael se sacó de la chistera una
jugada personal que acabó poniendo en la escuadra para igualar la contienda. Comenzaba
con las tablas un arrebato de fútbol azulino que culminó una remontada que ´supondría
a la postre el triunfo. Cuatro minutos después, Jurado, en un intento por ver
portería, estrelló el balón contra la mano del defensor local, decretando el
colegiado el penalti, que transformó Lobo para poner el 1-2 en el
marcador. Y, por si fuera poco, Lobo anotó su doblete particular tras una
jugada increíble de 9 puro. El ariete cañamero, de espaldas a la portería, la
mató con el pecho para, previo regate que en el que dejó atrás a dos
defensores, culminar la jugada con un misil a la portería de Jesús. Sin duda,
de nuevo salió a relucir la calidad de Pichichi de División de Honor.
En el alargue, el Ciudad Jardín recortó distancias con un gol que de poco
les valía, aunque metió la tensión en el cuerpo de un San José que sabía de la
importancia de esta victoria.
Ahora, los de Che deberán de repetir salida, esta vez ante el San Roque de Cádiz, en el Campo de Gibraltar, con la tranquilidad del deber hecho y de haberse quitado gran parte de la presión que viene arrastrando desde inicio de temporada, aunque afrontando una magnífica oportunidad de dar un nuevo zarpazo a la permanencia.