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El San José remonta a la épica en el alargue para sumar su segundo triunfo y afrontar con mayor tranquilidad los dos desplazamientos consecutivos a Dos Hermanas (Peña Rociera) y San Roque
El fútbol es el deporte al que
casi cualquier adjetivo que acompañe a un partido le viene bien. Y el que mejor
le viene al partido que jugaba el San José frente al Alcalá es el de épico -sería
cruel si lo analizamos desde la perspectiva alcalareña-. Lo cierto es que no
fue un partido brillante de los cañameros, pero el equipo, o mejor dicho,
Saborido, se transformó en el alargue y, tras 90 minutos sin aparecer, en la
prolongación hizo dos goles que servían para voltear el 1-2 que registraba el
marcador y dejarlo en el 3-2 final del electrónico del Felipe del Valle.
El duelo comenzó mal para los de ‘Che’,
que en los primeros compases se pusieron en desventaja después de una mala
salida del balón que propició que los de ‘Alemán’ recuperaran la pelota con una
rápida contra y anotaran el 0-1 por medio de Joel.
No sería hasta la media hora cuando
se volvía a equilibrar el marcador. Buena jugada de Juan, muy activo en la
banda derecha, que llegó a línea de fondo y puso la pelota. En el primer palo,
Mimi, que hacía las veces del más listo de la clase, metía la puntita de la
bota para igualar el partido. Pero la alegría duró poco, porque un balón
colgado dos minutos después por el Alcalá se iba a convertir en el segundo
tanto visitante. Sebas dudó en si blocar o despejar y optó por lo segundo, saliéndole
defectuoso y dejando la pelota a Joel que firmaba su particular doblete.
El San José no se metía en el
partido y a la contra, la herida infringida por los alcalareños pudo ser mayor.
Encima el goleador azulino, que se estrenaba como titular, tuvo que retirarse
con un golpe y, entre unas cosas y otras, se llegaba al descanso con malas
sensaciones en la parroquia local.
Che revolucionó el partido tras
el descanso. Sacó del campo a Guti y metió a Relaño y el equilibrio volvió a la
medular cañamera, que se hizo dueña de la pelota y empezó a asomarse a los
dominios visitantes. Selu marcó, pero el tanto fue invalidado por un más que
ajustado fuera de juego, que el señor Jiménez Hidalgo marcó a instancias de su
auxiliar. Luego llegaron más ocasiones, pero los locales no acertaban a batir
al arquero alcalareño. Emilio y Fernando tuvieron las más claras, pero el
marcador seguía 1-2 y se llegaba al 90, con todas las alarmas en rojo en el seno
del club azulino.
Sin embargo, en el 91, Fernando
filtró un pase a Saborido, que estaba en posición clara de fuera de juego -dijo
el juez de línea que la pelota venía de un contrario, pero eso sólo lo vio él-.
El delantero, ausente todo el partido, apareció en el momento justo, dribló al
portero y anotó el empate a dos para delirio de la parroquia azulina, que veía
como, por segundo partido consecutivo, el equipo rescataba un punto en el
alargue, y de nuevo con polémica -el concedido a Saborido por el anulado a Selu-.
El empate dio alas a los de ‘Che’,
que querían más mientras el partido agonizaba. Y así fue. Una transición rápida
de los cañameros propició que el balón le cayera de nuevo a Saborido que, en
otro recurso técnico, se sacó de la chistera una espectacular vaselina que se
convirtió en el 3-2 definitivo y dejó los punto en el Felipe del Valle,
traspasando el farolillo rojo a su rival.