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El Rinconada se deja dos puntos ante un Camas que llegaba al Nuevo Ramos Yerga como líder, pero se encontró a un equipo que fue mejor, dispuso de las mejores ocasiones y sólo un penalti en contra en el epílogo privó de la victoria
El Rinconada ha empezado bien el
2021. La vuelta de Charro, que sostiene y equilibra al equipo, amén de otras
variaciones tácticas introducidas por Nando, han ampliado la sobriedad y la
contención de un equipo que era demasiado frágil. Los errores defensivos
groseros han disminuido sensiblemente y, ofensivamente, el equipo o, mejor
dicho, Luis Cubero, mantiene el olfato goleador intacto.
Tras reencontrarse con la
victoria en Hytasa ante el Cerro, llegaba el más difícil todavía. La visita del
líder del subgrupo 2 de Primera Andaluza, el Camas, un conjunto que se había
mostrado intratable hasta la fecha, una auténtica prueba de fuego para analizar
si, verdaderamente, todavía le quedan al Rinconada opciones a las que
agarrarse. Y, visto lo visto, lo cierto es que los de Nando de la Rosa tienen
todas las opciones de conseguir la permanencia, si mantiene el nivel exhibido
ante los de Jesús Capitán, ‘Capi’.
El Rinconada partió con Jairo en
puerta; tres centrales -Rafa Villanueva, Gata y Edu de la Hera-, con Ávalos y
Colela de carrileros; Junior y Charro dando equilibrio en la medular; y Luis Cubero,
Abel Pando y Rubén arriba, aunque currando lo más grande en la presión. Desde
el primer momento, el equipo jugó de tú a tú a uno de los colosos y grandes
favoritos al ascenso. De hecho, en la primera parte fue muy superior a los
cameros, aunque eso no se tradujo en el marcador por la actuación decisiva de
Linares, aquel fornido guardameta que jugó en el San José a las órdenes de
Dioni Arroyo y que este año, tras pasar por el Lora, ha recalado en el Isidro
Reguera. El arquero le sacó un mano a mano a Abel Pando y salvó un cabezazo a
bocajarro de Rafa Villanueva en un balón colgado, haciendo gala de reflejos.
Dos ocasiones clarísimas que no evitaban que, al descanso, el electrónico
mantuviera el 0-0.
En la segunda mitad, el Camas
trató de despertar y acercarse a los dominios de Jairo. Capi dio entrada a
Plata y el veterano punta empezó a inquietar a la zaga rinconera, que tuvo que
multiplicar sus prestaciones. De hecho, Plata marcó tras una buena jugada y
pase del ex rinconero Rupe, pero la colegiada Fernández Martínez anuló el tanto
a instancias de su auxiliar por fuera de juego.
Parecía que cambiaban las tornas,
que el rival empezaba a demostrar su fortaleza, pero, en estas, Luis Cubero
recibió un balón. Encaró a dos contrarios a los que ganó la espalda, se cerró,
parecía que la ocasión se desperdiciaba, pero cuando uno está tocado por una
varita le sale todo. El Pichichi rinconero sacó un disparo poco ortodoxo que se
fue ajustado al palo corto de Linares, que nada pudo hacer. Era una ocasión
mucho menos clara que las anteriores, pero acabó en gol.
Con el 1-0, el Camas terminó de
despertar y se fue a tumba abierta a por la meta de Jairo. El choque se puso
bien para los de Nando que, a mayores del marcador favorable, vieron como los
visitantes se quedaban con diez por la expulsión de Fofo, que veía la segunda
amarilla en el 73. En ese momento, quizás, sea en el que se puedan poner pegas
a la labor de los locales, que dieron un paso atrás y desaprovecharon la
ocasión de derrotar al líder. Es justo reconocer que, a esas alturas de
partido, el Rinconada estaba totalmente fundido, merced al enorme derroche
físico desarrollado durante todo el encuentro. Pero el vértigo de ver tan cerca
el triunfo le hizo dudar, dar un paso atrás, y el Camas olió sangre y fue
directo a la yugular. En el minuto 80, después de un penalti inocente, muy bien
buscado por el atacante camero, Rupe equilibró la balanza engañando a Jairo y,
a partir de ahí, el Camas siguió buscando la victoria en inferioridad y el
Rinconada empezó a valorar seriamente que un punto era mejor que ninguno.
Al final, el equipo de Nando logró amarrar la pedrea, aunque se quedó sin premio gordo, pero, sin duda, el mayor logro que puede extraer del partido es que puede competir ante cualquiera y que, si mantiene ese nivel, no tendrá ningún problema para quedarse en la Primera andaluza.