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El San José gana al Algabeño jugando en inferioridad toda la segunda parte y se mete en zona de Play Off de ascenso, confirmando que vive su mejor momento de la temporada
“El fútbol ha sido justo”, decía
el entrenador del San José, José González ‘Che’, cuando finalizaba el partido
en el que el San José sumaba tres puntos de oro ante el Algabeño, después de
tirar de épica y anotar el único gol del partido, en el minuto 58. Antes, en el
44, Relaño había visto la segunda amarilla, que había dejado a los cañameros
con diez. Hasta el gol, y después, hasta el final del partido, los azulinos
jugaron en inferioridad numérica, pero no concedieron opciones a un Algabeño
que opta a lo mismo que quiere hacerlo el San José.
Si el fútbol el, como decía
Valdano, un estado de ánimo, el cuadro cañamero está pletórico, viviendo el
mejor momento de la temporada, sumando tres victorias consecutivas y situándose
cuarto en la tabla, con dos partidos menos, los que el Covid ha dejado
pendiente ante el Puerto Real y el Chiclana. Y todo ello con el hándicap
añadido de que la enfermería azulina echa humo. A las bajas consabidas de Saborido
y Sosa, se sumaban las de los lesionados Edu Brenes y Mimi, mientras que
tampoco estaba Chuli. Guti sí entró en la convocatoria, pero a última hora,
después de arrastrar problemas físicos toda la semana. Pero cuando un equipo
está
on fire sale todo, y al San José
le salió.
Desde el primer momento llevó la
iniciativa, con una seguridad defensiva, aspecto que se confirma clave para
cumplir objetivos, fuera de toda duda, sin los errores que lo penalizaban en
anteriores encuentros, con Jaime Otón colosal y, sobre todo, Montaño como
valladar en la medular, como el pilar que sostiene y equilibra a este equipo.
Los azulinos presionaban la salida del balón del Algabeño que, ni en corto ni
en largo, era capaz de ganar la pelota. Bien es cierto que ofensivamente, el
equipo no brillaba -entre otras cosas porque estaba mermadísimo de efectivos en
esa parcela-, pero la sobriedad defensiva otorgaba la paciencia necesaria para
esperar que llegara la ocasión.
En el último tramo de la primera parte, el Algabeño despertó y trató de inquietar la meta de Sebas. Tampoco es que los de Tristán estuvieran clarividentes, pero en ese tramo sí ganaron la pelota y, con el balón, generaron más peligro. Al borde del descanso la situación se ponía complicada, porque Relaño veía la segunda amarilla y el equipo se quedaba con diez para toda la segunda parte. Fue una tarjeta evitable, después de una pérdida evitable de Sergio, que condujo en exceso y un exceso de revoluciones del mediocentro que, con una amarilla, arriesgó en exceso y le salió mal.
La psicología podría haber jugado
una mala pasada cuando los equipos se retiraban a vestuarios, porque el
descanso llegaba en la misma situación que en el choque de ida, en el que los
de Che terminaron perdiendo (2-0), pero la fortaleza mental de los del Felipe
del Valle es totalmente distinta en este tramo del campeonato.
La segunda parte empezó con un
partido de tú a tú, no se notaba la inferioridad y, de hecho, eran los azulinos
quienes buscaban más la meta de Iván Gaviño. La única ocasión relativamente
clara de los de Tristán fue un remate de Mario Oreca que Sebas atajó bien lanzándose
al palo derecho. Era el minuto 57 y la antesala del gol local. Sebas sacó
rápido buscando la contra, que salió perfecta. Dani recibió en la izquierda,
ganó la espalda a la defensa y se perfiló para mandar el balón al corazón de
área, donde esperaba Emilio, que no había estado muy acertado durante el
envite, pero que la metió dentro, poniendo en ventaja a los cañameros. Y dos
minutos después, antes de que el goleador de la tarde fuera relevado, pudo
hacer el segundo de su cuenta particular, un gol de bandera, de haber entrado.
Desde el centro del campo vio adelantado a Iván y trató de sorprender. El
remate se fue fuera por poco.
Conforme pasaban los minutos, el
Algabeño tuvo que arriesgar. Dio un paso al frente y, ahora sí, hizo notar la
inferioridad al San José que, no obstante, funcionó a la perfección en defensa
para no conceder ocasiones. Incluso pudo ampliar la renta en otra contra
vertiginosa, pero el colegiado de la contienda, el onubense Casillas García,
indicó una falta incomprensible, beneficiando al infractor, cuando los locales
se quedaban en una posición de franca ventaja.
Al final, hubo que sufrir hasta
el 96, pero finalmente, los azulinos amarraron una victoria que vale su peso en
oro antes de visitar, si el Covid lo permite, al líder, el Tomares, que ganó en
la ida en el Felipe del Valle (1-3). Eso sí, el domingo será otra historia…
Tras la conclusión, Abraham Herrera, un colaborador de la entidad, le decía a Pepe Luis Casado, en la bocana de vestuarios: “Tito, vamos a dejar al equipo en Tercera”, en alusión a que el presidente ya ha hecho público que no concurrirá a la reelección. Para dejarlo en Tercera aún queda mucho, pero, sin duda, éste es el camino.