Las obras están por encima del 80 por ciento. En la actualidad, se trabaja en los revestimientos y queda pendiente la instalación de la carpintería de aluminio y madera. El replanteo de las nuevas 70 viviendas, que suponen la segunda fase del total de 168 proyectadas, comienza de manera inminente
Las primeras 30 VPO que se están construyendo en La
Unión encaran la recta final, estando previsto que finalicen en abril. En la
actualidad, están finalizando los revestimientos del edificio y queda pendiente
la colocación de la carpintería de aluminio y madera, que se está fabricando, y
de los sanitarios. Las obras las está desarrollando la empresa pública
Soderinsa, y suponen la primera fase de un total de 168 inmuebles, promovidas
por el propio Consistorio ante la parálisis existente en las Administraciones
que ostentan las competencias en la materia. En el precio de venta, los costes
se igualan a los ingresos con el objetivo de ofrecer un producto atractivo y
competitivo. Como destaca el alcalde, Javier Fernández, que ha visitado el
desarrollo de las actuaciones junto al gerente de Soderinsa, Francisco José
González, “se trata de una iniciativa pública en la que no existe beneficio
empresarial porque los adjudicatarios pagan el precio de coste de la
construcción”.
Mientras tanto, la segunda fase, que implica la
construcción de otras 70 viviendas, también pisos, va a comenzar de forma
inminente. Ya está licitado el pilotaje y adjudicado a una empresa, que comenzará
en el mes de marzo el replanteo.
Estas viviendas se ubican en un enclave privilegiado, como es Pago de Enmedio, La Unión, que se ha convertido en el proyecto de desarrollo urbano más importante que se ha llevado a cabo en La Rinconada en toda su historia. Su diseño y desarrollo desde lo público asegura y ordena el crecimiento del municipio hacia la unión física de los dos núcleos de población principales: La Rinconada y San José. Este desarrollo cuenta con un nivel de dotaciones y equipamientos pensado para elevar la calidad de vida de la ciudadanía y en consonancia con las directivas europeas más avanzadas. Se activa un modelo de ciudad que blindaba a futuro los servicios públicos: grandes zonas destinadas a equipamientos, viarios de anchura superior a la media y dotados de grandes zonas ajardinadas o la amplia red de carriles bici, entre otras actuaciones de valor para la población y su calidad de vida.