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El San José da un paso de gigante para lograr la permanencia con una victoria de relumbrón en el Eloy Ávila ante el Bollullos, en un duelo en el que Mimi destapó el tarro de las esencias y Álex paró un penalti en el alargue
Victoria de campanillas del San
José en Bollullos del Condado, ante uno de los favoritos del grupo -era líder
hasta perder ante los cañameros- y en un feudo donde el gran número de
aficionados y la presión que ejercen hará que el grueso de escuadras de este
grupo por la permanencia doble la rodilla.
De hecho, antes de empezar, pocos
auguraban una tarde gloriosa como la que vivieron los cañameros, dado que,
además, a la ya maltrecha enfermería azulina, se habían sumado Dani, tras un accidente
de tráfico -afortunadamente sin consecuencias graves-, y Sergio, que tras un
inoportuno tropieza también era baja en el partido.
La afición del Bollullos es un
tesoro. Numerosa -aunque respetando las medidas de seguridad del Covid-,
ruidosa y entregada en cuerpo y alma a su equipo. Eso hacía que los locales
comenzaran con ventaja, lo que se tradujo en un inicio frenético en el que los
onubenses querían encarrilar el encuentro por la vía rápida, con un juego
combinativo que abría el campo y que hizo que la pelota rondara los dominios de
Álex, que ya en los primeros compases tuvo que meter una pierna milagrosa ante
un disparo local.
Era el guardameta, tras ser Sebas
el mejor en Aroche, la gran sorpresa del once de ‘Che’, junto con Mimi, que atraviesa
un momento personal duro que le hace tener cosas más importantes que el fútbol
en la cabeza. Sin embargo, a pesar de todo, el técnico apostó por ellos… y
acertó de pleno.
El zurdo, que comenzó en la derecha
por delante de Alvi, se sacó una jugada espectacular para, tras irse de dos
contrarios, rematar a bocajarro. Carlos Soler repelió como pudo la primera,
pero el rechace, que le volvió a caer al cañamero, ya fue imposible para el
arquero. Marcaba Mimi, con dedicatoria especial para su hermano Juan que, como
los cañameros, sigue peleando como un jabato para conseguir su objetivo. El
acta le da el gol a David Horrillo, que puso la pierna, pero todo el mérito de
la jugada y las felicitaciones posteriores fueron para el canterano cañamero.
Quedaban 79 largo minutos por
delante y los vinícolas no iban a rendirse tan fácilmente. De hecho, siguió el
asedio a la meta de Álex, que se tradujo en el empate, a los 19 minutos. Un
balón a la espalda de la defensa encontró a Manuel García que, ante la salida
de Álex, le picó el balón con maestría para devolver las tablas al marcador.
El Eloy Ávila tronaba y el
Bollullos iba en volandas a consumar la remontada, pero los cañameros se
hicieron fuertes atrás, con una defensa con mucho oficio y las ideas claras y
fueron capaces de acometer las acometidas onubenses. Y en el 42 volvió a
aparecer Mimi, que otra vez recibió, se fue de dos y sacó un pase al área chica
donde entraba en posición correcta Juli, que ponía el pie y hacía el 1-2. Otra
vez el abrazo para Mimi, que completaba, quizás, su mejor encuentro con la
camiseta del San José, siendo el auténtico crack del partido.
Los locales tenían que volver a
remontar y consiguieron marcar, pero el gaditano Palomares Gutiérrez lo anuló
por fuera de juego. Respiraban los azulinos, que se iban al descanso por
delante, pero con 45 minutos aún por delante de sufrimiento e ilusión, a partes
iguales.
La segunda mitad se esperaba con
avalancha bollullera, pero fueron los cañameros los que cogieron el toro por
los cuernos y generaron hasta tres ocasiones de gol en los primeros compases de
la reanudación, que no pudieron culminar en el 1-3. El Bollullos intentaba
despertar, movía el banquillo y metía dinamita arriba, con Yusuf entrando al
campo.
Cuando los onubenses trataban de
quitarse el dominio azulino, el balón le cayó a Emilio, vio como no le tapaban
el disparo y, aunque estaba lejos, probó fortuna. El balón rozó en un
contrario, despistó a Carlos Soler y se acabó comiendo la pelota. 1-3, merecido
y, ahora sí, la victoria se tocaba con las manos.
Quedaban veinte minutos y los
locales acusaron el golpe. Les costó recuperar el mando del partido, seguir
acechando la meta de Álex… lo que hacía que el tiempo pasara y los cañameros
vivieran relativamente cómodos. El colegiado decretó cinco minutos de alargue y
el electrónico del Eloy Ávila seguía registrando el 1-3. Pero cuando se
llevaban tres de alargue, Palomares Gutiérrez decretó penalti. Sacó la segunda
amarilla a Selu, aunque luego rectificó y se la enseñó a Guti.
De llegar el 2-3, todos estaban
seguros de que el árbitro dejaría una o dos jugadas más y viejos fantasmas, que
la sombra de Alcalá es alargada, se ciñó sobre la memoria de los azulinos que,
en ese momento, contaban ya con llevarse los tres puntos. Sin embargo, la otra
apuesta sorprendente de Che, la de Álex en portería, le salió también redonda,
porque el arquero, en dos tiempos, detuvo la pena máxima y con ello, dejó el
1-3 en el marcador justo antes de que se decretara el final del partido.
Con este triunfo, el San José se aúpa al tercer puesto de la lucha por la permanencia, precisamente por detrás de sus dos víctimas en esta fase, el Atlético Onubense, que es el líder, y el Bollullos, una semana antes de recibir al desahuciado Écija en el Felipe del Valle. Si es capaz de lidiar con su condición de favorito y hacer efectiva sobre el campo la diferencia que dita la tabla que existe entre ambos conjuntos, los de Che darían un paso de gigante para lograr el objetivo de seguir, un año más, en División de Honor.