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El Rinconada gana al Ibarburu, certifica su permanencia en Primera Andaluza y logra su objetivo en una campaña complicada
Bien está lo que bien acaba. Y
que bien sabe conseguir el objetivo, aunque sea sufriendo hasta el último
segundo. El Rinconada seguirá en Primera Andaluza tras ganar al Ibarburu -dependía
de sí mismo- y no tener que mirar lo que ocurría en otros campos. Los goles de Abel
Pando y de Kisko -ha marcado seis tantos en las últimas tres jornadas- daban a
los blanquiazules tres puntos que valen la permanencia en una temporada
complicada que tuvo final feliz.
Los comienzos estuvieron llenos
de dudas. El equipo perdió a algunos de sus referentes en los últimos años,
especialmente a David Cuevas, que hacía las maletas rumbo a La Algaba. También
perdía a su mariscal del área, Moi, que también desembarcaba en el Algabeño
previo paso infructuoso por el Gerena. Ésas fueron dos de las múltiples bajas
que tuvo el equipo, que reestructuró a base de talento de cantera una plantilla
que parecía confeccionado para objetivos mucho más modestos que en ediciones
anteriores. Dio la alternativa a Nando de la Rosa, sin experiencia en
banquillos Senior, un técnico de la casa y rejuveneció el equipo.
Ya avisaba el director deportivo
y fruto presidente blanquiazul, Santiago Aragón -el otro aspirante, José Antonio
Serrano, ha retirado su candidatura- de que este año iba a tocar sufrir, como
así ha sido, aunque quizás el hombre fuerte de la parcela deportiva rinconera
no esperaba hacerlo hasta el último segundo. Porque, aunque el comienzo no fue
bueno, el nivel de la categoría y las propias armas de la entidad, que fue
reforzándose acorde a sus posibilidades económicas y fue ganando experiencia,
parecía claro que los mimbres de esta plantilla daban para vivir tranquilo en
Primera Andaluza. Pero partidos con errores groseros, algunas actuaciones
arbitrales dignas de comentar y algunos resultados inesperados, hicieron más
cuesta arriba el quedarse en la categoría.
Hace sólo tres semanas, antes del
duelo frente al Atlético Dos Hermanas, días después de que los comités devolvieran
al Demo los seis puntos que le habían arrebatado en la primera fase, el Rinconada
estaba en descenso. Sin embargo, la victoria, trabajada hasta la extenuación frente
a los nazarenos (2-1), sacaba al equipo del descenso y le permitía depender de
sí mismo de cara a los dos últimos partidos, en los que se veía las caras con
dos rivales ya descendidos. En el Joaquín Espinar Reyes de Paradas, los de
Nando de la Rosa ganaron por 1-5, por lo que una victoria en el cierre de
campaña, ante su gente, en el Nuevo Ramos Yerga, ante un Ibarburu también
condenado a jugar en Segunda Andaluza el ejercicio próximo, aseguraba la
continuidad del proyecto y la categoría para los blanquiazules.
Antes del comienzo, el
presidente, Manuel Díaz, que meses atrás ya había anunciado que no seguiría en
la entidad, al menos como cabeza visible, hacía el saque de honor, en lo que
era el particular homenaje de la entidad a un hombre que se ha dejado la piel
durante el tiempo que ha estado al frente del club. Y ya con el balón en juego,
eran los locales los que buscaban la meta nazarena en los primeros compases,
sabedores de que el empate beneficiaba al Demo y de que La Barrera no iba a
pinchar en Cazalla. El peligro local llegaba por la izquierda, con Colela muy
activo. Kisko, fue objeto de un penalti claro que el colegiado, el sevillano
Franco Moreno, no estimó. Pero tanto iba el cántaro a la fuente que se acabó de
romper en el 33, cuando Abel Pando adelantaba a los del Nuevo Ramos Yerga.
Luego, antes del descanso, el propio Kisko, de falta directa, tuvo el segundo,
que también pudo llegar por medio de Junior, pero al descanso, la mínima
ventaja no daba opción a ningún tipo de relajación.
A los seis minutos de la reanudación, un centro del Ibarburu fue desviado por Rafa Villanueva, con tan mala suerte que acabó colándose en su portería. Para entonces, ya ganaba La Barrera en Cazalla y el Demo goleaba al Atlético Dos Hermanas, por lo que el Rinconada estaba descendido. La típica torrija demasiado frecuente en el Rinconada esta campaña después de recibir un gol, a punto estaba de llevar el segundo a las filas del Ibarburu, pero, en este caso, la suerte se aliaba con los rinconeros. Jhon remató alto, igual que Suárez minutos después, pero en el 75, cuando Franco Moreno indicaba la pausa para la hidratación, el marcador seguía igualado y el Rinconada descendido. Pero, tras reiniciarse el juego, apareció el hombre del momento en el Rinconada. Otra vez Kisko, el héroe de las dos jornadas anteriores, batía al arquero visitante tras un gran pase de Ávalos. Era el 2-1 y, de nuevo, el Rinconada estaba salvado.
De ahí al final, los locales trataron de defender la renta, mientras que el temor crecía en la grada más por lo corto del marcador que por dominio u ocasiones claras del Ibarburu. Cuando pasaban dos del tiempo reglamentario, un remate en el área chica del Ibarburu puso un nudo en la garganta a todo el Leonardo Ramos, pero Checa evitó el gol y, un minuto y un córner para el cuadro nazareno después, el árbitro señalizó el final y la alegría se desbordó en el campo rinconero. El equipo estaba salvado, y la campaña que viene volverá a jugar en Primera Andaluza.
Ese fue el momento en el que
rompió la tensión acumulada, con gritos de alegría, vítores, alguna que otra
lágrima, manteo al presidente, abrazos de amistad que trascendían del puro
compañerismo y fiesta por todo lo alto; primero en el césped, luego en el
vestuario y, más tarde, hasta que el cuerpo aguantó. Bien está lo que bien
acaba y el final de campaña para el Rinconada fue feliz.
Ahora, habrá que esperar a la Asamblea para que Santi Aragón se convierta, oficialmente, en el nuevo presidente y, entonces, viendo las posibilidades económicas, se diseñará un proyecto y se definirán los objetivos. La presencia de Aragón en la presidencia marca un camino de continuidad de la actual gestión económica y deportiva y plantea un nuevo horizonte en que la base rinconera, con un gran número de canteranos, ha adquirido ya un año de experiencia y presenta un prometedor futuro por escribir. Enhorabuena a toda la familia del Rinconada.