La Chirigota del Barbas, la primera de las tres locales que concurren al Concurso de Agrupaciones del Carnaval de La Rinconada, fue la gran animadora de la segunda función semifinal. Esta noche se abre el telón para la segunda chirigota local, ‘La última y no nos vamos’
Segunda función de semifinales en el Antonio Gala de La Rinconada, con repertorio de la primera de las agrupaciones locales, ‘Los del verdadero TikToc’, que salió después del descanso y que dejó coplas para aspirar a la gran final del sábado. La chirigota del Barbas, que lleva la autoría de Fernando Espinosa, Alejandro Arteaga, Ricardo Romero y Lolo Molina, permitió ver en las tablas a voces como la de Jonás Campos, que volvía, cual Martínez Ares, tras “un viento de trece años”, José Quiles, José Manuel Flores o el propio Fernando, que no se dejaba ver desde su participación en la chirigota de Jorge de la Rosa. Un nuevo grupo, pero no un grupo nuevo, porque había mucha experiencia en las tablas.
Representan a un grupo de aprensivos e histéricos compulsivos, de esos que se enjuagan la boca con desinfectante, se dedican a contar números de todo lo que se encuentran y se obsesionan con la simetría.
Esas manías que les acompañan fueron el objeto de su presentación, antes de llegar a los pasodobles, que fueron de temática local. Repaso a grandes autores de la fiesta rinconera que ya no salen “con lo que ha sido el Antonio Gala”, y homenaje a Juanlu Espina (ya escribía ayer que apuesto por letras de todos los grupos de La Rinconada). Alejándose del escenario y dejando el protagonismo a la cámara que siempre le acompañaba en carnaval.
En los cuplés, divididos en dos “por culpa de mis toc” hablan de las innumerables pruebas que un hombre pide a su suegra para dejarla entrar a comer, y a la suavidad de una PCR… con doble sentido. “Me gusta todo ordenado, me gusta todo sencillo… pues hasta aquí llega el estribillo…”.
En el segundo, también dividido en dos, piden a Félix el presentador como pregonero para el año que viene, y a los concursos en los que ha participado Fernando Espinosa. “Das todo el perfil para ir a ‘La Báscula’ y seguro que das la talla”.
El popurrit lo empiezan levantándose temprano y mostrando el ritual que siguen por las mañanas. Camino al trabajo van saltando bordillos y sólo pisan las rayas blancas, “como Albert Rivera”. Les gustan los números pares, “no puedo ver a Juan José Padilla”. En el fútbol cuentan todas las cosas: los balones, los jugadores… hasta acabar contando a los aficionados. “Somos los cuentapersonas”. En una boda, a tope de gente, se acaba el miedo al contagio, aunque “la presión se siente, mejor me voy a sentar”. Los invitaron a un trío, pero se pusieron nerviosos porque no eran pares… “vamos a hacerlo bien y vamos a ser cuatro”. “Mi niña Lola, desafina hasta cantando la canción del Mercadona”. El ritual que siguen para hacer la limpieza, su truco para superar la obsesión que les dan las cosas impares y la despedida, afinando para hacerlo bonito: sus manías las disfrazan de poesía por febrero, ése es el “toc carnavalero”.
Como decíamos, la agrupación local fue la tercera en escena, pero la primera en abrir las cortinas fue otra chirigota, llegada desde La Algaba: ‘Soy un ser superior, vivo mejor que un Borbón’, que representaba la cola del paro. Seguro que al pregonero, Javier Vargas, presente en el teatro, le recordó a su agrupación ‘Los que se mueren por el día 10’.
Con letra, música y dirección de Eduardo Criado, en los pasodobles, cantaron a las dos Andalucías, la de los caraduras que viven del cuento y la de los que levantan esta tierra con su sudor, mientras que en el segundo lo dedicaron a febrero, el mes del carnaval, cuestionando la decisión de Cádiz de aplazar la fiesta al mes de mayo.
En los cuplés hablan de las vacunas magnéticas que levantan las “bajuras” y de uno que sólo se mueve para hacerse videos en TikTok, mientras “su mujer hace TikTok con todo el bloque”. En el estribillo, ellos son los que viven, “me río del rey Felipe y de su mujer”.
El popurrit cuenta como se las ingenian para vivir de lujo sin trabajar, derrochando y despilfarrando lujos, como la luz, “con un cable enganchao en la farola”. Se lo montan de lujo, con el paro y con una paga… “son funcionarios pasivos”.
La primera comparsa de la noche llegaba desde Dos Hermanas, haciendo una nueva escala en el Antonio Gala, donde no han faltado en los últimos años, en 2020 con ‘El reino de los vivos’. Ya saben lo que es estar en una final y este año aspiran a lograrlo con ‘El Teatro’, una alegoría de la vida, que es una representación continua. Con letra de Antonio García, música de Juan Saavedra, mientras ambos comparten la dirección, cantaron sus pasodobles al Alzheimer, con el compromiso de que no haya ni un instante en el que falte la alegría; y a denunciar la LGTBIfobia, que vuelve con su discurso de odio, de agresiones y muertes 80 años después de la muerte de Lorca.
Cuplés a las series de vikingos, “el pueblo de los escandinavos”, con final borde, y al teatro que se montan los políticos. La vida es un teatro, “te lo digo cantando por carnavales en el teatro este de la vida”.
El popurrit es la metáfora de la vida, una vida de apariencias y pantomima, un juego, una mentira, “pero antes de que se termine que a nadie se le olvide que estamos en un ensayo donde los de arriba buscan su mejor opción, ladrones y personajes de un mundo de ficción”.
Después de ‘Los del verdadero TikToc’, una nueva comparsa salió a escena. Desde Sevilla, bajo el nombre de ‘El Jardín’, llegaban representando, como su propio nombre indica, un jardín en el que abundan las flores. En el año 2020 ya estuvieron en La Rinconada con ‘Los del Vertedero’. Llevan la letra de José María López, la música de Rafael Fernández y la dirección de Francisco Javier Sierra. En sus pasodobles, reivindican la pureza de esta parte del repertorio, que no adaptan según al concurso que vayan; y a una historia de amor entre dos hombres que se enfrentan al odio de una sociedad enferma hasta el punto de costarles la vida.
El primer cuplé a un encuentro con un extraterrestre… “lo que le pasa cuando se fuma toda la hierba del jardín”, mientras que en el segundo continúan con la tradición fumeta y acabaron vestidos de oso polar en una cabalgata. “Pero entre todas las flores, echo de menos tu luz, porque me faltan colores si en mi jardín no estás tú” para rematar el estribillo.
En el popurrit, “al final la madre tierra recupera lo que es suyo”, como metáfora de la vuelta del carnaval tras el parón obligado por el Covid, siguiendo la alegoría con los que siguen y no en la agrupación… soñando siempre con su vuelta a las tablas por febrero.
La última agrupación de la noche fue una chirigota que llegaba desde Dos Hermanas. ‘Los reyes de la pista’ se estrenaban en el Concurso. Sherlock Holmes y el Doctor Watson. Al son de Charlot se presentan en el Antonio Gala contando sus investigaciones, dejando claro que son ingleses y “les encanta un vaso y un balcón”. Letra y música de Salvador Bellido, cantaron el primer pasodoble al orgullo de ser andaluces y de su habla, la lengua de Picasso, de Pemán y de Lorca. En el segundo cantan a su infancia, a las cosas que hacían de niños, sus juegos e ilusiones, cuando “con poco se era feliz”.
En el primer cuplé son adiestradores caninos con poco éxito. Ellos son los líderes de la manada, pero “recojo la mierda porque si no, mi mujer se enfada”. El truco de la pipa es “chupar hasta que eche humo”. El segundo cuplé al “rollo zen”, hablan de forma mística, pero su mujer no acaba de entenderlos. Final borde que se vio venir.
Esta noche se celebrará la tercera función de semifinales, con otra chirigota local, la de los nuevos Niños, con la dirección de José Antonio Cruz Quiles, que se hacen llamar ‘La última y no nos vamos’. Además de la esperada agrupación de La Rinconada, también actuarán las chirigotas ‘Juanito Babucha, tú siéntate y escucha’, de Sevilla, y ‘Los tontojuegos’, de Alcalá de Guadaira. Las comparsas de la noche llegan desde Sevilla, ‘Ciudad Esmeralda’, y desde Mairena del Alcor, ‘Los Residentes’.