El Rinconada afrontaba el inicio de la competición liguera pleno de optimismo, después de la remontada en el derbi al San José en los Cuartos de Final de la Fase Provincial de la Copa Andalucía de la RFAF. Enfrente, un recién descendido, el Alcalá, llamado a estar entre los favoritos al ascenso. Un rival que exhibió lo que, precisamente, faltó al Rinconada durante el partido: pegada.

Y es que los de Nando de la Rosa no cuajaron un mal partido, jugando de tú a tú a un buen rival y encerrándolo en su campo durante buena parte del choque, pero fallando a la hora de definir, lo que hizo estéril el esfuerzo y saldó con derrota el choque.

Nada más empezar, los locales gozaron de su primera ocasión de gol, a la que seguiría otra prácticamente consecutiva. Eso sí, después del inicio fulgurante de los blanquiazules, el Alcalá se rehizo y también se acercó con peligro a la meta de Álex. A partir del minuto 15, las fuerzas se equilibraron, aunque los del Nuevo Ramos Yerga, por aquello de ser locales, ponían más carne en el asador. Eso sí, los de Carlos Conejero iban a abrir el marcador por medio de Cubiles en el 25.

El gol no sentó bien al Rinconada, que siguió tratando de mantener el guion del partido, pero sufriendo la experiencia del rival de enfrente. En el 41 llegaría el segundo gol alcalareño, obra de Javi Moro. Demasiado castigo para los méritos contraídos por los rinconeros. El partido se iba al descanso muy cuesta arriba y los de Nando tenían que apelar a la heroica.

La segunda parte comenzó con el Rinconada apretando d4e lo lindo para tratar de meterse en el partido. El duelo se rompía y podía pasar de todo, desde el primero de los locales, al tercero de los visitantes, que encontraban espacios a la contra. En el 66, el colegiado Fernández Lozano decretaba penalti para los blanquiazules, pero David López golpeaba mal el balón y el arquero acaba abortando el peligro. Era una ocasión inmejorable que se fue al limbo y que complicó aún más las cosas para los de Nando.

Charro, que había entrado en la segunda mitad, hizo el 1-2 en el 74 y las ilusiones locales se renovaron. Los alcalareños trataron de guardar la ropa, dando un paso atrás, el Rinconada olió la sangre y se fue arriba con todo, pero el rosario de ocasiones para los locales no obtuvo recompensa, finalizando el choque con el 1-2, que deja a cero el casillero de los rinconeros.

Un partido del que se sacan, no obstante, conclusiones positivas, a tenor de lo que se vio en el campo, pues el equipo lo hizo todo para ganar, pero le falló el acierto de cara a la puerta contraria, un aspecto que, la vuelta de David Cuevas -ausente por lesión- y los progresivos minutos de Joni, deberían ayudar a paliar.

La próxima semana, los de Nando tienen su primer partido a domicilio ante un hueso duro de roer como el Mairena, en un partido que se jugará en el Nuevo San Bartolomé.

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