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El San José vence con claridad en el derbi, respira en la tabla y aspira a acercarse a los Play Offs si gana el domingo al Alcalá. Por contra, el Rinconada se queda con un punto de quince, metido en descenso y con una complicada visita a un imbatido Utrera B en ciernes
Drama con final feliz o tragedia griega era el título de la previa del derbi entre el Rinconada y el San José. Tras el partido, la victoria cañamera les dibuja una sonrisa y les permite recuperar la fe, pero los blanquiazules se quedan muy, muy tocados. Porque la derrota fue clara, con un marcador incontestable, que escuece y hurga en la herida de los rinconeros. Pero, por encima de eso, porque el equipo no hizo las cosas bien. Si el rival, sea el San José, el Montequinto o el que sea, es mejor y te gana, se le felicita y punto. Pero si la derrota llega más por deméritos propios que por acierto del adversario, el problema es aún mayor.
El Rinconada tiene un problema, o varios, dentro del equipo. Una plantilla justa de efectivos y una serie de jugadores, léase Cuevas, Rupe o Juanma, lejos, muy lejos, de lo que se espera de ellos. A mayores, David López, que era baja y que veremos a ver los huecos que le deja el trabajo de aquí a Navidad tampoco está bien, el preocupante estado de forma de Charro y que, entre los demás, nadie asume responsabilidades. El problema crece. Los de Nando de la Rosa acabaron con dos juveniles; Justo y Felipe, y no era partido ni marcador para darles la alternativa, más bien se comieron un marrón. Utrera es una plaza difícil para cambiar el sino de un equipo sumido en el descenso, pero no le queda otra que ir al San Juan Bosco a ganar por lo civil o lo criminal.
Al San José, por su parte, le llueve menos. Los dos puntos que volaron ante el Demo parecen olvidados, aunque al equipo le sigue costando la vida defender las jugadas a balón parado. Pepe Calderón fue el jugador que se esperaba cuando se le fichó. Y Joaquín y Alberto hicieron un partidazo. Pero Ángelo no termina de ser el líder del proyecto y Mimi está muy lejos de su nivel. Además, aunque están cumpliendo con creces, Dani Sánchez y Javi Cos son dos niños que el año pasado jugaban en Cuarta Andaluza Juvenil y a los que no se les puede exigir que tiren del carro.
De inicio, hubo cambios en las porterías. Nando de la Rosa optó por Álex Hormigo, a pesar de que, el otro Álex, Fernández, estaba siendo de lo mejor del equipo hasta el momento. También cambió el San José, que puso de titular a Raj, el primer futbolista indio en la historia del cuadro cañamero. Gata ocupó el puesto en la derecha de Segura, Charro hizo de Escudero de un desaparecido Jesús Romero, y Cuevas jugó como referente ofensivo ante la baja de Joni, entrando Rupe, por detrás, suplente en Montequinto. En el banquillo, hasta tres juveniles. En el San José, dos juveniles empezaron de inicio. Dani Sánchez y Javi Cos, porque Selu, que se lesionaba ante el San Pablo Pino Montano, empezaba el partido en el banquillo. Lo demás, era lo esperado, con la vuelta al once de Pepe Calderón.
El duelo comenzó con miedo. El Rinconada las veía venir y el San José trataba de tener el balón acumulando imprecisiones. Las consecuencias de un gol en contra dictaminaban el leiv motiv del partido. Rupe ejecutó un libre directo muy desviado y un centro azulino se le escurrió de las manos a Álex Hormigo, que pudo rehacerse y evitar males mayores.
El partido, no obstante, se rompió pronto, en el 16, con una internada de Joaquín, que puso el pase al punto de penalti, donde esperaba Luis Cubero, que metió la punta de la bota un segundo antes que su par, Juanma, mandando al fondo de la red el 0-1.
Ese tanto, que no estaba en el guion ni en las quinielas de los aficionados, rompió el partido. El Rinconada tuvo que abrirse, irse a buscar la meta cañamera, y los azulinos encontraron más espacios. A mayores de que cada balón colgado al área del San José es un suplicio, lo cierto es que los locales no inquietaron mucho a un Raj, que apenas tuvo trabajo. Tampoco Álex Hormigo tuvo mucho que hacer, aunque sí sacó dos remates lejanos de Dani Sánchez, que asumió la presión como un veterano y plantó cara a toda la defensa del Rinconada. Los cañameros se llenaron de amarillas en el primer acto: Alemán, Pepe Calderón, Ángelo, Mimi y el propio Dani Sánchez. Todas merecidas. Incluso Gálvez Agüera, que hizo un buen arbitraje, se guardó alguna que pudo haber enseñado, por ejemplo, a Luis Cubero, que fue solicitada por los jugadores y los aficionados locales. En los de Nando, sólo una amonestación, a Juanma, por arrollar cual tren de mercancías a Javi Cos. También hubo polémica en la jugada. Los jugadores del San José pidieron la roja para el central que, antes de impactar, levantó la rodilla (para protegerse) y pudo haberle provocado al canterano una lesión grave. Afortunadamente, Javi Cos se levantó un poco aturdido y pudo seguir sin problemas.
Al descanso, seguía la mínima ventaja cañamera, el colegiado reconocía las dificultades del partido en la bocana de vestuarios, y los de Nando se conjuraban para darle la vuelta al marcador. De hecho, en la segunda parte, empezaron eléctricos, en busca del empate en el marcador. Balones aéreos en los que el San José sufría. De hecho, el empate pudo llegar, pero Raj se sacó un paradón que mandó el balón a córner tras un remate de cabeza rinconero.
Empezaron a moverse los banquillos. Joel reforzó el ataque del Rinconada y Kisko el del San José, sustituyendo a un tocado Dani Sánchez. Fue el cañamero el que gozó de la mejor ocasión, tras un pase magistral de Pepe Calderón que lo dejó totalmente solo ante Álex, que le sacó el tiro raso y evitó el segundo gol azulino.
Esa jugada era un claro reflejo de lo que podía ocurrir en el segundo acto. Un Rinconada cada vez más volcado sobre la meta cañamera, mientras que los de Marco Fernández tratarían de aprovechar los espacios. Así fue. Pero los rinconeros no encontraron premio, gracias al marcaje espectacular de Joaquín a Cuevas y a la seguridad, sobre todo, de Alberto, en el eje de la zaga. Y la velocidad a la contra fue determinante. En el 62, una contra muy bien conducida por Kisko, que se redimía de su error anterior, acaba con un pase a Calderón que, a placer, mandaba al fondo de la red el 0-2 que, si no finiquitaba el partido, sí lo dejaba victo para sentencia.
Nando miraba a su banquillo, pero no tenía alternativas. Probó con Justo y Felipe Aragón, dos juveniles, que tuvieron que comerse el marrón porque no había más, a pesar de no ser el partido ni el momento para saltar al césped.
El partido estaba roto. El Rinconada lo intentaba, a arreones, con más corazón que cabeza, y San José respondía haciendo más grandes a sus defensores que, en general, rayaron a gran nivel.
En el 84, un córner botado por Pepe Calderón lo remató Alberto al fondo de la red, para hacer más sangrante la herida en el Rinconada y para cavar de matar el partido y, de paso, redondear una actuación estelar del goleador y el asistente.
Los últimos minutos sobraron, aunque pudo llegar el cuarto, pero Álex Hormigo abortó el remate cañamero.
Tras el duelo, el Rinconada escribía en sus Redes Sociales que el resultado era “duro”, pero que no cabía otra que levantarse y estar “unidos para revertir esta situación”. El San José celebraba la victoria, que le coloca sexto en la tabla, con los mismos puntos que el Torreblanca.
Este fin de semana, los de Marco Fernández recibirán al Alcalá en busca del primer triunfo como locales de la campaña, mientras que el Rinconada tendrá que acudir a Utrera para romper la imbatibilidad del filial, que es colíder junto al Estrella San Agustín y cuenta sus cinco partidos por victorias.