SAC
Servicio de Atención a la Ciudadanía

Noticias

Estación de las Letras inaugura el I Encuentro Literatura Emergente Andaluza

Cultura y patrimonio |

Conducido por la periodista y escritora Eva Díaz Pérez, ha contado con las escritoras Laura Carneros, Bárbara Grande y Begoña M. Rueda. Nace con la vocación de convertirse en espacio de debate y difusión de la literatura joven andaluza, “un barómetro de lo que está por venir”

Segunda cita de Estación de las Letras, la Feria del Libro de La Rinconada y lo hace con una de las novedades de esta X edición: Encuentro con la Literatura Emergente Andaluza, espacio de debate y difusión de la literatura joven, un proyecto de factoría creativa con carácter anual y permanente que muestra el trabajo realizado por los jóvenes escritores y que forma parte del Pacto por las Letras.

La Hacienda Santa Cruz ha acogido este encuentro en el que han participado la escritora y periodista Eva Díaz Pérez, encargada de conducir el acto, las poetas Bárbara Grande y Begoña M. Rueda y la novelista Laura Carneros. De nuevo el público ha sido alumnado de los institutos locales, porque, tal y como ha explicado la delegada de Cultura, Raquel Vega, “este es un proyecto semilla que busca fomentar la lectura y la creación desde edades tempranas”. También ha referido Vega que “desde 2008, el Ayuntamiento de La Rinconada trabaja en un Pacto por Las Letras, que integra a todos los sectores implicados en el mundo de la cultura: desde bibliotecas, centros educativos, librerías, editoriales, creadores, familias y Tercer Sector”. Así, la edil de Cultura ha subrayado que “La Rinconada aspira a convertirse en una ciudad de libros, una ciudad protectora con la lectura”.

Con respecto al Encuentro de Literatura Emergente ha destacado que “nace como apuesta por la por la creación andaluza, para contar los retos, desafíos, problemas y sentimientos en un mundo complejo y donde el talento debe ser visible y debe abrirse camino”.

 Tras esta introducción, ha tomado la palabra Eva Díaz para señalar que la literatura andaluza destaca en el panorama nacional, “hay futuro y nuevas generaciones que están creando y haciendo cosas muy interesantes”. Por ello ha presentado a “tres autoras que representan lo que se hace ahora y lo que está por venir. Este encuentro tiene esa idea de ser un barómetro, el panorama de análisis de la literatura”.

Barbara Grande, onubense, autora de los poemarios ‘Vértigo’ (2016) y ‘Placebo’ (2022). Además, sus poemas están recogidos en las antologías ‘Combinados Poéticos’; ‘Alquimia de la Sal’; ‘Luz Nueva del Suroeste’; ‘39 mujeres, 39 poemas’ o ‘Dios en la poesía actual’.

La jienense Begoña M. Rueda, todos sus poemarios han sido premiados hasta la fecha. Con ‘Servicio de lavandería’ (Hiperión, 2021) obtuvo el Premio de Poesía Hiperión. Autora también de los poemarios ‘Princesa Leia’ (2016) II Premio de Poesía Joven Antonio Colinas; ‘Siberia es un estado de ánimo’ (2017) I Premio Luis Cernuda de la Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla; ‘Reencarnación’ (2019) Primer Premio de Poesía de la Universidad Complutense de Madrid; ‘Error 404’ (2020) XLVI Premio de Poesía Ciudad de Burgos; ‘Todo lo que te perdiste por meterte a monja’ (2020) VIII Certamen Internacional de Poesía Joven Martín García Ramos.

Laura Carneros, licenciada en Periodismo, estudió Comunicación Audiovisual, y escribió después sobre cine en diversos medios.  ‘Proletaria consentida’ es su primera novela y ha sido publicada en 2022 por la editorial Caballo de Troya.

¿Por qué escribir?

El primer tema abordado en este encuentro ha sido conocer lo que ha llevado a escribir a estás jóvenes autoras. Así Bárbara ha “culpado” a su madre que siempre le ha regalado libros, teniendo como referente a Gloria Fuertes. También al regalarle un diario, la incitó a escribir siendo una adolescente.

Por su parte, Begoña ya despuntaba maneras de poeta desde los cinco años donde deseaba aprender a leer. “Yo siempre que veía un libro me llamaba la atención, detrás de un gran escritor siempre hay un gran lector”. Con 14 años, ‘Platero y yo’ significó su inicio en la poesía, que empezó a escribir con 20 años. “Antes tenía asumido la poesía como algo muerto, y luego descubrí que no, que hay mucha poesía de gente joven, de la que se entiende, que transmite”.

Para Laura la figura de su abuelo, sentado ante una máquina de escribir cada día para crear poemas le sirvió de ejemplo. “Me hizo ver la escritura como algo natural y para mí es así, debería naturalizarse, a veces tiene esa patina como glamurosa y es lo contrario, algo cotidiano para conocernos mejor, una herramienta natural”.

También han debatido sobre la visión exterior que se tiene del escritor como “bicho raro” y han mostrado su preocupación de que “siga sucediendo en estas generaciones, que vean la literatura y la cultura como un hobby y no como algo que te ayuda a construirte como persona y artista”, ha apuntado Rueda.

Las nuevas tecnologías en la literatura

Otra cuestión que han abordado estas jóvenes autoras ha sido el papel de las nuevas tecnologías y las redes sociales en la literatura.

Bárbara ha querido dejar claro que no hay que cerrarse a las redes y a las nuevas tecnologías, “si queremos que se lea desde edades tempranas, eso lo favorece, ya que la juventud necesita algo asequible, que puedan entender y, a partir de ahí, edificar su criterio, ya tendrán tiempo de leer a Dostoievski. Internet es una puerta enorme que te da la posibilidad de encontrar lo que te apasiona”.

Por su parte Begoña M. Rueda entiende que no hay que censurar todo lo publicado en esos medios, pero “no son focos a los que yo vaya a nutrirme de poesía, son herramientas que ayudan a mi trabajo. Un poema no es el primer estado que se te viene a la cabeza, es una reflexión, un dejarlo reposar, pulirlo… después de dos años he conseguido hacer un libro”.

Para Laura: “La naturaleza de las redes sociales, que es la inmediatez, entra en conflicto con el reposo y la meditación que requiere una obra literaria”.

Vida profesional versus vida creativa

Por último, las escritoras han hablado de su futuro profesional y de sus experiencias formativas.

Como Bárbara, que empezó estudiando Ingeniería Agrícola para al final terminar decantándose por Filología Inglesa e Hispánica. Ahora oposita para profesora de Secundaria. “No tengo expectativas en cuanto a valor económico en mi trayectoria literaria. Sí la vivo profundamente, es mi pasión y es lo que hago, pero no pienso que vaya a ganar nada con la poesía. Lo hago porque lo necesito, es una necesidad interior que me sirve como terapia”.

Por su parte Begoña tiene claro que “la trayectoria literaria no tiene que estar reñida con la formación académica de una persona, el caso que se me ocurre es Miguel Hernández. Yo empecé a estudiar Filología Hispánica y la dejé, lo que hizo la carrera fue alejarme del camino poético que quería seguir”. Y ha señalado al público joven que “nunca vais a ser mejores escritores solo por tener una carrera. Un escritor en concreto se forma leyendo mucho y no solo leyendo, también escuchando”. “Mi abuela vivió la posguerra, nunca pudo tocar un libro, pero me decía que la cultura no empieza en los libros, empieza en la educación. La cultura es lo único que os va a salvar en la vida, la cultura empieza en la educación y en el respeto a los demás”.

Para finalizar, Laura Carneros ha remarcado que “puedes intentar estudiar y dejarlo y no pasa nada, pero qué pasa cuando quieres estudiar y no puedes. Al final la vocación es una cosa, estudié periodismo porque quería escribir. Tienes que saber que escojas lo que escojas nunca vas a estar satisfecho 100% y la vida son muchos caminos cruzados, muchas casuísticas y, cuando eres joven, tienes mucha presión y equivocarse es lo normal”.

Este sitio web usa cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y recoger información sobre su navegación. Si pulsa "aceptar" o continúa navegando consideraremos que admite el uso e instalación en su equipo o dispositivo. Encontrará más información en nuestra Política de Cookies.