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El Rinconada doblega al Demo y logra la permanencia una semana antes de finalizar el Campeonato
Hubo que esperar hasta la penúltima jornada, pero la victoria ante el Demo, con un gol de Guajiro, que no aparecía por el césped desde Navidad, le dio una victoria al Rinconada que cierra definitivamente su permanencia en la Primera Andaluza. Después de un año tremendamente complicado, con excesivas lesiones, marchas, tres entrenadores en el banquillo y demás contratiempos, los blanquiazules sellaron la salvación siempre que no haya arrastres –lo que parece poco probable después de la ampliación del número de equipos en Tercera-.
Después de quedarse a un partido de ascender a División de Honor, con la derrota ante el Villafranco el año pasado, el equipo mantuvo el bloque salvo algunas pinceladas que, teóricamente, se sustituyeron bien. El problema es que se fueron cayendo jugadores importantes conforme avanzaba el curso. Casi sin jugar, se fueron Joni y Rupe. La baja del primero, que había sido el Pichichi del equipo y uno de sus mejores jugadores fue un desajuste importante. El equipo, que había repatriado a David Cuevas, no tenía gol. Ni el ex del Algabeño atravesaba su mejor momento, ni, desde luego, podía hacerlo solo. Nando, Javi Blanco y Lara pidieron a un punta que nunca llegó. En su lugar vinieron parches, aunque, bien es cierto que, pese a sus limitaciones y a que compararlos con Joni sería una irresponsabilidad mayúscula, algunos lograron goles importante, con Jesús que, en tres ratitos, le hizo goles a la Rociera y al Ventippo, cada uno de los cuales valió un punto; o Guajiro, que apreció, desapareció y, como el Guadiana volvió a aparecer para anotar el gol del triunfo final. Otro, como Javi Raposo, apenas tuvieron tiempo antes de lesionarse o, como en el caso de Corriente, acabaron saliendo porque por cada vez que se iba, perdía diez balones. Al final, el gol fue labor de David Cuevas y, ante el Pilas, la auténtica finalísima que le tocó disputar al Rinconada, de Jesús Buzón, que, si bien en líneas generales no ha estado a la altura de lo que se esperaba de él, ante los pileños hizo un partido superlativo que casi vale una permanencia.
A mayores de los jugadores que abandonaron el equipo y la falta de gol, las lesiones –o ausencias- han sido claves y tienen nombres propios, focalizados en la primera parte del Campeonato, donde Juanma, el valladar en la defensa, se perdió un buen trecho por lesión, y David López, en la medular, tuvo idéntico problema por motivos laborales. No fueron los únicos. En la retaguardia, Marrufo casi no ha tenido participación por culpa del trabajo, mientras que Edu de la Hera, Segura o Gata también han acumulado lesiones, como le ha ocurrido a Charro, que ha forzado en innumerables ocasiones por el equipo, a pesar de no estar al cien por cien. Mario Cuder es el único que ha rendido a buen nivel y ha tenido continuidad.
Por último, en una posición tan importante como la portería, Álex Hormigo ha tenido problemas de regularidad a causa de sus obligaciones laborales, mientras que Álex Fernández ha sido operado de apendicitis en el tramo final de Liga. No obstante, cuando han estado, han alternado luces y sombras, para añadir dificultad al difícil año del equipo rinconero.
La mejor para el club, en esta y de cara a campañas venideras, ha estado en la cantera. Felipe y, sobre todo, Estévez, se han consagrado como jugadores diferenciales de la primera plantilla aun en edad juvenil, lo que anticipa muchas tardes de gloria en el Leonardo Ramos. Eso sí, cuesta entender por qué no pasaron a ser jugadores de pleno derecho del primer equipo, en lugar de permanecer todo el año alternando el Senior y el Juvenil, a pesar de que así lo pidieron tanto Javi Blanco como José Antonio Lara, cuando además había escasez de efectivos en el primer equipo. Como diría aquel, el que la lleva la entiende…
Otros refuerzos, como Migue Jiménez o Antoñito, con algún altibajo, sí han cumplido las expectativas y han jugado un papel importante en el tramo final de la Liga.
Un aspecto relevante ha sido la fortuna. En numerosos partidos, el Rinconada ha llevado la iniciativa, ha tenido opciones claras de gol y no ha sido capaz de materizalizarlas, mientras que una vez que le han llegado a puerta, gol que le ha caído en contra. Igualmente, en varios partidos, ha visto como, cuando lograba adelantarse, el igualaban en la jugada inmediatamente posterior, lo que ha minado la moral de los rinconeros. Un claro ejemplo fue el partido ante el Demo, aunque éste tuvo final feliz, gracias al gol de Guajiro. Pero antes de eso, las ocasiones habían sido múltiples para los de José Antonio Lara sin premio de gol, lo que iba minando la moral de la plantilla y los aficionados, temerosos de que en un acercamiento, los de San Jerónimo anotaran y les dejaran al filo del abismo. Afortunadamente, eso no paso y los tres puntos, con la permanencia, se quedaron en casa. Por cierto, antes del partido hubo sentada para protestar por la violencia contra los árbitros.
Ahora, al equipo le queda cerrar el ejercicio en Morón y empezar a trabajar de cara al próximo proyecto, con una labor importante por delante, dado que jugadores importantes, como David Cuevas o Charro, han dejado entrever en sus Redes Sociales que no seguirán en el equipo. Sea reversible o no su decisión, está claro que hay que construir un proyecto fuerte desde los cimientos que permita vivir tranquilo y pelear por lo mismo que se peleó el pasado ejercicio.