Risas nerviosas y ojos ilusionados en el Centro Cultural de La Villa donde un público infantil se dio cita para conocer a los autores que han creado la famosa serie literaria Anna Kadabra y Marcus Pocus: Pedro Mañas y David Sierra.

Estación de las Letras ha hecho posible este encuentro entre escritor e ilustrador con sus lectores infantiles, en un acto conducido por el escritor Antonio Puente Mayor, y donde los niños y las niñas llevaron a cabo todo un interrogatorio para conocer todos los secretos que envuelven los libros infantiles a los que han dado vida.

El acto dio inicio con la I Teniente de Alcalde y delegada de Cultura, Raquel Vega, y el presidente de la Fundación José Manuel Lara, Pablo Morillo, que dieron la bienvenida al público. Vega explicó que “La Rinconada tiene un Pacto por las Letras que quiere convertir al municipio es una ciudad protectora de los libros y la lectura. Un proyecto semilla que integra a todos los sectores implicados en el mundo de la cultura: bibliotecas, centros educativos, librerías, editoriales, creadores, pero también a todos los colectivos. Todos unidos para impulsar la lectura en el ámbito educativo y familiar, multiplicando las actividades de animación a la lectura y con encuentros con escritores que dialogan y estimulan la comprensión lectora, como este encuentro del que disfrutamos hoy”. 

La delegada de Cultura cedió la palabra a Pablo Morillo para que éste explicase el proyecto que van a poner en marcha tanto la Fundación José Manuel Lara como el Ayuntamiento de La Rinconada: “Llevar la lectura a las aulas, especialmente al último ciclo de Primaria es fundamental, porque creemos que los niños y las niñas que leen tendrán mejor rendimiento académico, serán más libres y tendremos una sociedad mejor”. Así, para el curso próximo se desarrollará un programa de lectura en familia en los colegios de Primaria, del que se darán más detalles llegado al inicio de curso.

Tras estas intervenciones dio inicio el encuentro con Pedro Mañas y David Sierra. Pedro Mañas (Madrid, 1981) ha obtenido varios galardones de narrativa infantil, entre los que destacan el premio Leer es Vivir de la editorial Everest, el Premio Ciudad de Málaga, el Barco de Vapor y el Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil. También es autor de varios poemarios, como ‘Poemas para leer antes de leer’ (Premio El Príncipe Preguntón) y ‘Ciudad Laberinto’ (II Premio de Poesía Infantil Ciudad de Orihuela). Es coautor – con David Sierra- de Anna Kadabra y de Marcus Pocus.

Por su parte, David Sierra (Madrid, 1987) cursó estudios superiores de Ilustración en la Escuela Arte 10, con cuyo proyecto de fin de grado le concedieron, en el año 2012, el Premio Aurelio Blanco para alumnos de Escuelas de Arte convocado por la Comunidad de Madrid. Hasta el momento su labor profesional se ha centrado en el ámbito de la ilustración infantil y juvenil, trabajando para prestigiosas editoriales como Santillana, Edelvives, Grupo SM o Grupo Planeta. 

Ambos autores fueron niños creativos desde pequeños, tal y como ellos mismos contaron en Estación de las Letras. “Yo era lo que mis padres llamaban un niño farandulero, me gustaba escribir, el teatro, hacer comics, cualquier cosa relacionada con el mundo del arte y, sobre todo, con el arte de contar historias. Como el teatro no era lo mío, terminé optando por ese arte solitario que es la literatura”, explicó Pedro Mañas. Pintaba los libros de textos en el colegio y llenaba de historias las últimas páginas. “La fantasía siempre ha sido un modo de anclarme a la realidad, incluso de sacar esa necesidad de contar algo y estoy agradecido a ese nervio creativo que está dentro de mí”.

Mañas afirmó que llegó a ser escritor de “casualidad”. Empezó estudiando Medicina, se cambió a Periodismo, se metió en Teatro y finalmente llegó a Filología Inglesa.  “Nunca me había planteado que contando historias se pudiera uno ganar la vida. De niño los libros llegan como historias, pero uno no se para a preguntarse quién hay detrás, quién es el autor o ilustrador, yo pensaba que todos los escritores o eran viejos, o Cervantes o estaban muertos. Pero ya me estaba preparando para ser escritor sin saberlo, leyendo muchísimo. Era un lector voraz. A los veintitantos años me presenté al concurso Anaya de Literatura Infantil y Juvenil y lo gané, si no lo hubiera ganado no hubiera seguido por ese camino”.

Por su parte, el ilustrador David Sierra señaló que de niño leía literatura infantil y cómics, sobre todo éstos últimos “porque me gustaba dibujarlos y tenía muchos de producción propia”. Se pasaba las horas en clase dibujando, “tenía el pupitre lleno de dibujos y me regañaban por ello, mis libros estaban llenos de dibujos. Pero creo que el arte, el interés por el dibujo o la escritura también necesita tiempo para desarrollarse, por lo que siempre digo que no fue un tiempo malgastado el que gasté pintando en lugar de estudiar”. Esas horas y horas de dibujo le hicieron decirse por estudiar en la Escuela Arte 10. “No me imaginaba siendo ilustrador infantil, me veía más haciendo cómic o ilustración de videojuegos, pero me picó el gusanillo de la literatura infantil y lo tuve claro”.

En la vida de estos dos creadores han tenido especial relevancia los libros de la colección de Barco de Vapor, también ‘Manolito Gafotas’ en el caso de Sierra y Roald Dahl en el de Mañas tal y como señalaron en el encuentro. 

El público también quiso participar y realizó una maratón de preguntas a los creadores de Anna Kadabra. Desde saber cómo dibuja David Sierra —“a mano sobre una tablet”— hasta de dónde saca tanta ideas e imaginación Pedro Mañas —“la imaginación es como un músculo, se entrena, si uno se nutre con libros, películas, videojuegos, yendo al teatro… al final siempre hay un hilo del que tirar, cuando una historia te emociona, hay un rumbo que seguir y David y yo conservamos esa parte infantil para que la imaginación no se nos acabe”—. También cuáles son sus personajes favoritos —Sarah Kazam para Sierra “porque me parezco mucho a ella, yo también soy un poco mandón, y además es muy responsable”; a Mañas le gustan los personajes cómicos “como Rita Barita o Ángela Sésamo que está muy chiflada, pero en realidad hace lo que le da la gana”—; si en su tiempo libre leen sus obras; cuál es su saga favorita —Anna Kadabra para los dos—; cuanto tardan en dar vida a una obra —unos 20 días para el escritor y un mes y medio el ilustrador—; entre otras muchas cuestiones.

También refirieron que la idea de la saga Anna Kadabra surge cuando Mañas, al que le gusta el tema de la magia, se plantea cómo serían las brujas de hoy en día, que fuesen buenas y estudiasen magia como una extraescolar. De ahí nace una serie literaria que engancha a los más pequeños con sus historias divertidas, fantásticas e ilustradas magníficamente. Luego vino la saga Marcus Pocus y muchos más personajes. Sus libros están presentes en 18 países y traducidos en varios idiomas. 

Y es que hace 14 años, cuando David Sierra para el proyecto final de sus estudios, donde tenía que presentar un libro ilustrado, escribió a varios escritores de literatura infantil y recibió respuesta de Pedro Mañas, comenzó una relación profesional que ha llenado de fantasía a miles de niños y niñas, que continuará en el futuro, porque la imaginación es inagotable y los lectores y las lectoras esperan impacientes nuevas aventuras.