Deportes |
El Rinconada empata en el alargue en un partido que tuvo de todo y que se decidirá en el Miguel Román, donde los blanquiazules tendrán la obligación de conseguir la victoria para pasar a la Final del Play Off
El Rinconada logró el primer objetivo que se había marcado en la ida de los Play Offs, que no era otro que salir vivo del partido para dirimir sus opciones en el más difícil todavía del Miguel Román el próximo sábado de Feria, donde tendrán que ganar para entrar en la Final.
El partido fue vibrante y, aunque no estuvo sobrado de fútbol, sí tuvo una gran emoción durante todo el encuentro y dejó claro la calidad de ambos equipos y la lucha encarnizada en virtud de las armas de cada uno.
El Rinconada salió a por el partido, tratando de asustar al Dos Hermanas. En los primeros compases forzó un córner, que botó David Cuevas desde la izquierda y que acabó en un remate muy desviado. Sin embargo, a partir de ese momento, fueron los nazarenos quienes tomaron el control del encuentro. Primero con un remate de Sedeño, que Iván mandó a córner y después, con continuas jugadas que, sin acabar en ocasión de gol, sí iban aculando al equipo rinconero sobre su propia meta. Raúl Carmona había establecido eso, tal y como hiciera en el Felipe del Valle: dejar hacer a su rival y tratar de morder a la contra. Los de Diego Román también habían estudiado al Rinconada y cortaban cualquier conato combinativo de los blanquiazules, tratando de que no hubiera fluidez en el juego y con la connivencia del colegiado Zschiedrich Távora, que se ensañó con lar tarjetas para los locales mostrando muy distinto rasero para los dos equipos. Álex, Iván, Alvi y Felipe –en el banquillo- fueron amonestados, mientras en el cuadro visitante sólo vieron amarilla Sedeño, que fue el gran agitador del partido, y Jorge, por protestar.
Sin embargo, cada uno con sus argumentos, la igualdad marcaba la nota dominante. En uno de los pocos acercamientos del Rinconada en el primer acto, Kisko puso un centro que era un caramelo al segundo palo, por donde entró Peluqui sorprendiendo a la defensa y rematando con la testa, en un balón que se fue fuera por muy poco, a la derecha de Fermín. Fue la más clara del Rinconada, incluso se cantó el gol en el Ramos Yerga, pero el marcador no se movería.
Sí se movió en el 49, cuando pasaban cuatro del tiempo reglamentario, pero en sentido contrario. El envío largo de Rafa Valencia lo peleó Tamayo, Alvi se embolicó a pierna cambiada y perdió la opción de despeje y Tamayo cedió a Sedeño que marcó tras recortar a Iván, aunque a punto estuvo Valero de sacarla bajo palos. El fútbol era cruel con el Rinconada, que se iba al descanso abajo en el marcador, y con una nueva tarjeta para David Cuevas, muy encendido en sus protestas por la impotencia del gol y porque Sedeño, no tuvo mejor ocurrencia que ir a celebrar el tanto delante de los aficionados del Rinconada, lo que calentó los ánimos en el feudo rinconero. Alvi es un jugador que te da muchas cosas, pero ponerlo en la izquierda es limitar su potencial.
El paso por los vestuarios apaciguó un poco los ánimos y en la segunda mitad los ánimos parecieron más calmados. Diego Román cambió la estrategia y puso más atrás la línea de presión, lo que facilitaba la salida del balón del Rinconada, que gozó de dos ocasiones nada más salir al rectángulo de juego. Sin embargo, conforme pasaban los minutos, las fuerzas se equilibraban, si bien el dibujo era distinto y la meta del Dos Hermanas era que el tiempo pasara, por lo que sus jugadores empezaron a perder todo el tiempo que podían.
En el 64, un córner botado por David Cuevas al segundo palo y defendido horrible por los visitantes, sirvió a Bellido para entrar como un obús y lograr el empate, lo que hizo estallar de júbilo a la parroquia rinconera, que veía como el marcador hacía justicia a lo que se estaba viendo en el césped y castigaba la racanería de los visitantes.
Con la igualdad en el marcador, la grada y el equipo se vinieron arriba, pero la alegría duró muy poco. Otro córner, en este caso, sacado por los visitantes, no lo despejó nadie y, en el primer palo, Tamayo metió la cabeza para batir a Iván, que pudo haber salido antes.
Raúl Carmona puso todo su arsenal en el campo. Alvi ya en la derecha, desdoblándose con Estévez; Figueras que era un toro en la banda izquierda y alternativas ofensivas con Joseca e Ismael Naranjo relevando a Kisko y Peluqui que, no obstante, volvió al campo.
Lo primero que llegó fue una desaplicación defensiva en el Rinconada que acabó con Javi Tamayo por los suelos tras ser derribado por Iván. Las protestas del Dos Hermanas, pidiendo penalti, fueron muy sonadas, pero el colegiado miró a Gálvez Agüera, el línea de los banquillos, que estaba de cara a la jugada y éste dijo: sigan, sigan. El cabreo visitante fue tremendo, pero la decisión era inamovible.
El último cuarto de hora hizo aparición el francotirador del Ramos Yerga, que hacía que, a cada momento, un jugador del Dos Hermanas estuviera en el suelo tratando de perder tiempo. Además, los nazarenos no tenían problemas en hacer faltas, lo que igualó el recital de tarjetas, con amarillas para Tamayo, Yoni y Álvaro Coslado en el epílogo. Zschiedrich Távora dio ocho minutos de alargue y, cuando llevábamos seis, un centro de Figueras desde la izquierda lo remató David Cuevas, que no había hecho su mejor partido, pero apareció cuando más se le necesitaba para rescatar las tablas y sumar esperanza a la machada para el partido de vuelta.
Ismael Naranjo encendió a los aficionados nazarenos celebrando el gol en su grada, lo que provocó muchas protestas, lo que no estuvo bien, pero fue consecuencia de lo que había hecho Sedeño en el 0-1. Afortunadamente, la cosa no llegó a más y el Dos Hermanas demostró un comportamiento exquisito después del final del choque, encabezado por su presidente, Joaquín Morales, que no tardo en bajar para felicitar al presidente rinconero y a todas las personas del equipo local que estaban en la bocana de vestuarios.
El desenlace será en el Miguel Román, donde al Rinconada le esperará una auténtica caldera y saltará al césped con la obligación de ganar. Serán 90 minutos más el alargue para la gloria, aunque, si ésta finalmente no llegara, nada se le puede reprochar a los de Raúl Carmona, que ya han puesto el sobresaliente a su temporada.