Una vida entera dedicados al negocio de las joyas han convertido a la Joyería Mezquita, situada en la calle Málaga de San José y ahora también en La Rinconada, en todo un referente en la localidad. Encarni Andra, la propietaria de la empresa, explica que el oficio lo aprendió de la familia de su marido, que siempre ha trabajado en este mundo e incluso tenían un taller de mayoristas.
Todo comenzó en Córdoba, de donde es la familia de su marido, Antonio Ramos. Desde que se casó y se vino a vivir a la localidad, comenzó a vender por la calle y de casa en casa algunas piezas a la gente que lo conocían. A pesar de que trabajaba en Correos fue inculcando a su mujer la fascinación por las joyas, hasta que un día, ambos decidieron abrir su propio local en 1987, al frente del cual estaría Encarni. Ya tenían una buena cartera de clientes, recuerda ella, y "no nos fue muy difícil empezar". De este local se trasladaron a otro de un tamaño un poco mayor en la misma calle que el anterior (Málaga) donde actualmente tienen el negocio en San José.
Decorado con un estilo mudéjar que recuerda mucho a la judería de Córdoba y  su mezquita, este negocio tiene como particularidad  la calidad y el diseño de sus productos.
En él el cliente puede encontrar en relojes Lotus, Festina, Viceroy y la joyería es de alta gama y diseño. De hecho, tienen siempre en su escaparate las últimas tendencias a través de las visitas que realizan a las ferias que se convocan cada cierto tiempo en algunas ciudades.
Y como de casta le viene al galgo, su hijo Antonio, de 24 años, también ha estudiado joyería en Córdoba y ya trabaja en el nuevo local que ha abierto en la calle Sevilla en La Rinconada, como continuación a todo el camino recorrido por sus padres. En la nueva tienda tiene también un taller en el que hace cualquier tipo de arreglo e incluso diseña las joyas tal y como el cliente las quiere.