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El San José gana en La Palma y asciende a la undécima posición, se libra matemáticamente del descenso directo y depende de sí mismo para eludir el quinto puesto por abajo por si la reestructuración condenase a perder la categoría a un equipo más
El San José logró una
importantísima victoria en La Palma del Condado ante un rival que, sin nada en
juego, quiso despedirse a lo grande de su afición y vendió muy cara su derrota.
De hecho, fueron los locales los primeros en avisar con un remate al palo de
Manu Calle. Pero el San José estaba enchufado. El temor fundado a que el quinto
por la cola sea arrastrado al descenso por la reestructuración de los grupos
derivada del posible ascenso del Ceuta a Segunda B o del descenso de equipos
como el Écija a Tercera, espoleó a los de Dioni arroyo, que pusieron más carne
en el asador que su rival.
Las ocasiones, a
cuentagotas, iban cayendo del lado visitante, aunque Kisko, Zapata y Antonio
Cruz pecaban de excesiva lentitud a la hora de finalizar jugada y eso evitaba
que el tanteo se decantara a favor de los del Felipe del Valle.
Sin goles acabó la
primera parte. Y con malas noticias, porque el Rota ganaba en Pozoblanco, el
Algabeño ganaba en Coria y el Montilla ganaba al Xerez, que eran equipos en los
que también jugaba el San José, en defensa de sus intereses.
La segunda parte empezó
con acabó la primera, con dominio de los de Dioni Arroyo. Pero en esta ocasión,
en una de las que tuvo, el balón llegó a Kisko que, tras recortar por dos
veces, lanzó un disparo ajustado al palo que se coló en la meta de Luis,
adelantando al San José. El ariete se fundió en un abrazo con su entrenador
para celebrar el tanto. Ello unido a las remontadas de Xerez y Pozoblanco hacía
al San José depender de sí mismo para no ser quinto por la cola en la última
jornada. Los cañameros lo siguieron intentando, aunque los de Aurelio Santos,
espoleados por su público, se echaron arriba y empezaron a poner en serios
aprietos a Isaac, que se lució con dos intervenciones de auténtico mérito.
Jurado, que entró en la
segunda parte, iba a cerrar el partido con el 0-2, en una jugada muy polémica,
pues la pelota llegaba a Zapata, en fuera de juego. El asistente de López
Racero levantaba la bandera, pero el jugador azulino no hacía por jugar el
balón, y sí Jurado que entraba por detrás en posición correcta, encaraba a
Luis, lo regateaba y hacía el segundo. Los onubenses se comían al árbitro y su
auxiliar, pero la decisión era inamovible, después de que el línea levantara y
bajara el banderín.
Un minuto después, Rafa
sacó un balón bajo palos cuando se cantaba el gol local y ahí murió el partido,
pues los minutos restantes ya no fueron un problema para los cañameros, que cerraron
tres puntos que bien pueden valer una permanencia.
La peor noticia fue el empate del Coria ante el Algabeño (1-1), lo que impide a los de Puma certificar el ascensos y deja con posibilidades aún al Conil, que visitará el Felipe del Valle el próximo fin de semana en la despedida del Campeonato. Será difícil pero, una victoria, asegura estar en División de Honor la próxima temporada.