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El San José vence y convence ante el San Roque, suma seis de seis en los últimos partidos y asciende al decimoprimer puesto en la clasificación, saliendo de la zona de descenso
El San José parece haber dejado
atrás la mala racha que lo había sumido en el pozo del descenso. Dos victorias
consecutivas tienen la culpa. Si los cañameros pusieron fin a la caída libre la
pasada semana ante el Cartaya, esta semana han confirmado la mejoría a
domicilio, en el Manolo Mesa de San Roque, donde los de Maldonado se impusieron
por 0-2 y demostraron que tienen un potencial mucho mayor que lo que dictaba la
clasificación.
Desde el inicio del partido, las
riendas correspondieron a los visitantes. Sosa aportaba el equilibrio en la
medular que venía demandando el equipo y la dupla atacante, formada por Sabo y
Álvaro se entendía a las mil maravillas, demostrando una implicación y una
capacidad que no se había visto en todo lo que llevábamos de temporada. Además,
para colmatar las buenas noticias, los laterales doblaban el centro del campo y
se incorporaban con peligro al ataque. Dani estuvo muy activo en la primera
mitad y en la segunda, Alvi, por la derecha, cogió el testigo de su compañero.
En la primera parte no hubo
ocasiones dignas de reseña, más que un disparo alto de Sosa y un remate a la
barrera de Sabo. Sin embargo, en la segunda, el San José se hizo amo y señor
del partido y gozó de dos claras ocasiones, por medio de Sabo y de Álvaro para
marcar que, de milagro no acabaron en gol. Más clara fue aún la de Dani que,
con el portero saliendo a la desesperada, optó por el remate en lugar de
regatearle y estrelló el balón con el cuerpo del arquero.
Pero tanto iba el cántaro a la fuente
que se terminó de romper. Álvaro recibió un balón en el área y superó a Diego
de vaselina. Cuando el balón iba a entrar, Sabo metió la pierna para engordar
su estadística personal y anotarse el tanto, que le sirvió para redondear una
tarde para el recuerdo, en la que también marcó el segundo gol, lanzándose en
plancha tras un centro de Dani.
En los últimos minutos, con el
partido roto por los cambios, Joaqui lanzó un zapatazo que obligó a lucirse al
arquero. En el rechace, Kisko marcó, pero el árbitro anuló el tanto por fuera
de juego a instancias de su auxiliar.
La próxima semana, los cañameros reciben en el Anexo (empieza la resiembra) a la Roteña desde el undécimo lugar de la clasificación, puesto al que se han aupado tras estas dos victorias.