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El Rinconada, que tenía un hueso en la visita del Espartinas y afrontaba el choque con muchas bajas, tira del orgullo de campeón y se lleva el triunfo para acercarse aún más al ascenso a Primera Andaluza
El Rinconada disputaba uno de los
partidos más complicados que le quedaba en su camino a conseguir el ascenso de
categoría. El Espartinas es un rival poderoso y el partido no llegaba en el
mejor momento para los de David Sánchez, que sólo llevaba a dieciséis
futbolistas en una convocatoria en la que faltaban pesos pesados como Barri,
Abel Pando o Molina, entre otros.
Sin embargo, el cuadro del Nuevo
Ramos Yerga está enchufado, ha logrado la regularidad necesaria y tiene una
fiabilidad fuera de toda duda para afrontar el partido que se le ponga por
delante. Y tiene, además, al Pichichi de la categoría, David Cuevas, que tardó
dos minutos en anotar su décimo noveno tanto de la temporada y adelantar a los
suyos.
Sin embargo, nadie pensaba que
iba a ser fácil y, seis minutos más tarde, el equipo aljarafeño devolvió las
tablas al marcador y demostró que es otro aspirante, por méritos propios, a
meterse en la pelea. Obviamente, los de Marco Luis Fernández no tienen el
colchón de puntos de los rinconeros y, por tanto, cualquier opción pasaba por
dar la campanada en el Nuevo Ramos Yerga.
Pero este Rinconada es un señor
equipo, que supo fajarse, apretar los dientes en defensa cuando tocaba y morder
cuando le tocaba atacar. Y mordió David Gabriel en el minuto 70, para poner un
2-1 que ya no se movería del marcador y que da tres puntos más que acercan el
objetico un paso más, aunque no se aumentaron las rentas porque Pilas, Puebla y
La Barrera sacaron sus partidos adelante.
La próxima semana, los de David Sánchez tendrán a otro correoso rival, el Peñaflor, a domicilio, en el enésimo reto de los blanquiazules. Sin duda, será difícil, pero a ver quién pone en duda la capacidad, fiabilidad y los argumentos de esta Unión Deportiva Rinconada.