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Un gol de David Cuevas, que volvió a aparecer cuando el equipo más lo necesitaba, basta para doblegar al Villaverde en el San Sebastián, y mantener las distancias ante los demás aspirantes, con cuatro jornadas ‘asequibles’ por jugar
El partido estaba marcado en rojo
en el calendario del Rinconada. Era, siempre sobre el papel, el duelo más
complicado que les quedaba a los de David Sánchez. Una segunda salida
consecutiva con tres equipos muy apretados jugándose dos plazas de ascenso ante
un rival poderoso, que hace de su campo un fortín. Y a todo ello, había que
sumarle la rivalidad derivada de la cercanía.
El partido cumplió el guion. Fue
duro, complicado y hubo que trabajarlo hasta el último segundo para sacarlo
adelante. Pero hubo final feliz. Gracias a un gol de David Cuevas, el hombre
orquesta, el jugador franquicia, el que, aunque llevaba unos partidos lejos de
su nivel, nunca falta a su cita con el gol. Sabe de su importancia para el
equipo, no se esconde y apareció cuando el Rinconada lo necesitaba. No estuvo
solo, porque la dirección deportiva del equipo le ha rodeado de una plantilla
sin parangón en la categoría, una serie de finos futbolistas que le permiten,
cuando no tiene un buen día, que haya alternativas para tirar del carro. El último
en sumarse a ellos ha sido Andrés Garrido, un elegante mediapunta con pasado en
San José, Camas, Gerena o Tomares, entre otros, que se ha enrolado en las filas
del club para intentar lograr un objetivo que aún habrá que pelear, pero para
el que el equipo está en la
pole position.
El Rinconada depende de sí mismo.
Es el líder. 70 puntos con doce por jugar, unos guarismos que, en una
competición más igualada, ya serían de ascenso. Pero La Barrera y el Pilas no
ceden, o ceden poco, lo que hace que aún haya que trabajarse el alirón. El
Puebla no se rinde, pero la semana pasada le quitaron un punto por el famoso
artículo 76 y está a once de los rinconeros por lo que, un triunfo de los de
David Sánchez en los cuatro partidos que quedan, ya los descartaría de la lucha.
Los cigarreros son los que menos preocupan a los blanquiazules, que tienen su
mente puesta en los alcoreños y el Pilas, a los que también se les restó un
punto la semana pasada. 68 tienen los de Domingo Caro y 67 los de Ché, que se
ven las caras en la última jornada al abrigo del Manuel Leonardo Ventura. Por
ello, tres triunfos serían suficientes para que el Rinconada ascienda.
Le queda enfrentarse al Mosqueo
en casa, que pasa a ser el rival más peligroso por lo camaleónico de los
palaciegos, visitar Cazalla, un campo difícil, pero ante un equipo sin nada en
juego, recibir al Campana, que lo normal es que llegue descendido y acabar el
Campeonato en San Juan ante un Loreto sin nada en juego. No parece un
calendario excesivamente complicado, máxime atendiendo a la regularidad y
fiabilidad demostrada por los rinconeros. El Pilas, el tercero en discordia,
parece ser el que lo tiene más difícil, teniendo que recibir al Espartinas,
visitar al Peñaflor y acabar en casa ante La Barrera, mientras que los
alcoreños tienen ese duelo como piedra angular de sus opciones de ascenso.
El próximo fin de semana sí hay Liga en Segunda Andaluza, que luego parará por Feria y por el Rocío, como manda la Federación, pero que puede permitir un pasito más en la carrera por el ascenso de los del Nuevo Ramos Yerga.