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La clausura de las Escuelas deportiva del Patronato de Deportes dejan diferentes modalidades en distintas instalaciones profundizando en la práctica deportiva de las personas con discapacidad. Juani Lebrero, medalla de bronce en Lanzamiento de Peso en las Paralimpiadas de Atlante 1996, encendió el Pebetero
Más de 600 personas, entre niños y adultos, tomaron parte en las VII Miniolimpiadas
de La Rinconada, que profundizaron en la práctica deportiva de personas con
discapacidad y que sirvió de broche de oro a las Escuelas Deportivas, el
programa franquicia del Patronato de Deportes, cuyo lema desde su origen, allá
por el año 1983, ha sido el ‘deporte al alcance de todos’, lo que venía como
anillo al dedo a la propuesta sobre la que giraba el evento en esta séptima
edición.
Ese homenaje presidió el desfile inaugural por las pistas de atletismo, con
desfile de los distintos deportes que luego se desarrollaron, así como las
banderas de La Rinconada y de los Anillos Olímpicos. El deportista Juani
Lebrero, que ha conseguido numerosos campeonatos de Andalucía, España y Europa
en lanzamiento de Peso, Jabalina y Disco en su categoría, fue el encargado de
portar la antorcha el pebetero que inauguraba el evento de forma oficial.
Lebrero tiene en su palmarés el logro de ser medalla de bronce en Lanzamiento
de Peso en los Juegos Paralímpicos de Atlanta 96.
Luego, repartidos por grupos de actividades perfectamente estructurados, se
fueron repartiendo por las distintas instalaciones al servicio de esta
actividad. Así, el Felipe del Valle acogió las pruebas de atletismo,
psicomotricidad e iniciación deportiva, el Anexo se encargó del Fútbol 7, el
Dehesa Boyal ubicó el circuito BTT y las acciones de Zumba y Baile Moderno para
pequeños y mayores, el Pepe González acogió las pruebas de Balonmano, el Blanca
de los Ríos el Baloncesto, la Piscina Cubierta la Natación, el
Polideportivo El Mirador el Tenis y Pádel, el CEIP Nuestra Señora del
Patrocinio el Bádminton y el Patinaje, el Carmen Laffón el Fútbol Sala, y el
Fernando Martín, la Gimnasia Rítmica.
Tras la competición, en la que todos resultaron ganadores, volvieron al
epicentro de la actividad, el Felipe del Valle, para celebrar la ceremonia de
clausura, que sirvió de broche de oro a la temporada de Escuelas Deportivas, se
entregaron diplomas a todos los participantes. Además, se eligió y se premió el
dibujo ganador tras un certamen escolar cuyo autor podrá ver su obra en el
cartel conmemorativo del evento el año que viene.
El delegado de
Deportes, José Manuel Romero Campos, destacó que las Miniolimpiadas son “una
gran fiesta del deporte, que reúne todos los valores positivos que emanan de
él”. Romero Campos continuó destacando que “aquí todos los participantes son
campeones y campeonas y así se lo reconocemos porque aquí se cumple eso de que
lo más importante es participar, poniendo de manifiesto que el deporte no tiene
barreras”.
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