Tres derrotas en tres partidos. Esto no ha hecho más que empezar, queda toda la Liga por delante y, por supuesto, no hay nada decidido. Pero de nueve puntos en juego el San José aún no ha conseguido ninguno, cierra junto al Algabeño la clasificación y, lo que es más preocupante, genera muchas dudas a tenor del juego desplegado en los tres partidos disputados.

Ni ante el Atlético Onubense, donde se desfondó en la segunda parte y vio como los locales se llevaban el encuentro con uno menos, ni frente al Chiclana que, en una segunda parte en la que el equipo se vino abajo, también acabó perdiendo con remontada gaditana incluida.

Frente al Torreblanca fue aún peor. Los espacios, fruto de la ausencia de rigor táctico cañamero, entre el centro del campo y la defensa, fueron aprovechados por los locales que, en el minuto diez, se aprovecharon de la pasividad defensiva azulina para que Ángel llegara a la frontal sin oposición y lanzara un disparo seco que se coló por la cepa del palo izquierdo de Sebas.

Lobo lo intentó en una internada que Jesús desvió a córner, pero poco más. Los acercamientos del San José se reducían al corazón de sus integrantes, a guerras particulares que lograban finalizar jugada, pero sin ningún juego colectivo. Faltaba una estrategia, una idea de juego, un plan. Y en una categoría con la exigencia de la División de Honor, si no tienes eso, están condenado. Y peor aún, si a ello se suman errores de patio de colegio, como las manos que propiciaron el penalti que dio origen al segundo gol, pues aún peor. Fran vio como Sebas se vencía a su derecha y anotó el segundo tanto en el ocaso de la primera parte.

En la segunda, el San José fue más de lo mismo. Ennoury lo intentó, pero a base de coraje al pelearse con toda la defensa. Despejó a córner Jesús. También los de José Antonio Lara pudieron ampliar la renta, pero no estuvieron acertados de cara a la puerta de Sebas. Los cambios tampoco cambiaron la cara de un San José en el que Maldonado tiene muchísimo trabajo por delante.

Si no se suma en el próximo envite frente al Isla Cristina empezarán a encenderse las alarmas, mientras el presidente Pepe Luis Casado, anunciaba por enésima vez su dimisión como cabeza visible del proyecto, alegando motivos de salud.

El San José está herido. Lo mejor es que tiene tiempo y mimbres para revertir esta situación. Toca apretar los dientes, seguir trabajando y demostrar la grandeza de este club.

El mejor en ataque: Ennoury: En esta ocasión no marcó, pero no dejó de pelear y de sus botas nació el mayor peligro cañamero.

El mejor en defensa: Pablo: No fue un partido en el que destacara la defensa, pero dentro de los errores, se mostró expeditivo, guerrero y se dejó la piel en el campo.

Un día para olvidar: Guti: Muchos jugadores tuvieron un día para olvidar, pero Guti tenía que hacer jugar al equipo y nunca lo hizo. En el descanso, fue relevado por Maldonado.