Deportes |
El Rinconada vuelve a pagar caro sus errores en un partido ante el Bellavista marcado por el desacierto defensivo y la poca elaboración en ataque
El peor enemigo de la Unión Deportiva es
la propia Unión Deportiva Rinconada. Una entradilla que comienza a ser un
clásico en las crónicas del equipo blanquiazul y que comienza a ser preocupante
en el juego que despliegan los del Leonardo Ramos. La enésima prueba pudo verse
sobre el césped del feudo de la UD Bellavista, que esperó y aguantó los
múltiples arreones rinconeros en los primeros 40 minutos de encuentro para, más
tarde, encontrar su oportunidad por medio de un penalti sobre Carrillo que
transformaría Samu más tarde. Antes de la fatídica jugada, los rinconeros eran
ligeramente mejores que los hombres de Francis, con un larguero incluido sobre
la meta de Álvaro, algo que no fue suficiente para poder adelantarse en el
marcador -también los capitalinos estrellaron un balón en la cruceta-.
Tras el penalti, los de David Sánchez
desaparecieron por completo del terreno de juego y renunciaron a jugar, con
excesivo nerviosismo. Un símil extrapolable a lo que vive actualmente la Unión
Deportiva Rinconada, nerviosismo puro el que se respira debido al pobre bagaje
en el inicio liguero (3 de 15 puntos posibles). En la segunda mitad, Gómez y De
La Vega terminaron de rematar una fiesta que pudo ser peor para el Rinconada de
no ser por Jairo, un viejo rockero que, año tras año, demuestra que, cuando
está, es imposible que nadie ponga en duda su titularidad y sus galones en este
equipo. Para rematar la faena, en el ecuador de la segunda mitad, Luis Cubero
se llevó una dura entrada del defensa local que acabó con el delantero
rinconero fuera de combate y con un más que probable descanso de los terrenos
de juego.
Con el pitido final, el rostro de la
plantilla rinconera lo reflejaba todo. Decepción, impotencia, rabia... adjetivos
que reflejan a la perfección el inicio liguero que se presuponía duro, pero,
quizá no hasta donde ha llegado. Una situación que comienza a ser un problema y
que puede no sentar muy bien a la planta noble de la Unión Deportiva Rinconada.
David Sánchez se ha ganado a pulso su crédito a raíz de su buen hacer la
temporada pasada, pero es inevitable pensar en qué pasará si la situación no
cambia de rumbo en un futuro más próximo que lejano. Y es que, a pesar de que
el objetivo rinconero no es otro que la permanencia, los fantasmas comienzan a
sobrevolar el cielo del Nuevo Leonardo Ramos.
Mejor en defensa -> Jairo: Es como el
buen vino. Cuánto más años pasan, mejor está. Se acaban los calificativos para
definir a uno de los mejores porteros que el aficionado rinconero ha tenido el
placer de presenciar. Tras su estreno amargo frente a la Rociera, el cancerbero
rinconero ha sido determinante en tres de las cuatro jornadas siguientes. Evitó
una mayor goleada del Bellavista.
Mejor en ataque -> Pando: El
centrocampista rinconero fue lo único salvable en el ataque rinconero. Quiso
proponer más y fue el único que intentó dar sentido al juego, que comienza a
parecerse peligrosamente a cierto entrenador cántabro que dirigía a un equipo
sevillano de la élite.
Un día para olvidar -> Cuevas: Si
bien es cierto que el juego que despliega esta temporada su equipo no le ayuda,
no termina de arrancar en esta campaña como el jugador determinante que se
erigía. No encuentra su hueco y ya no le vemos galopar como lo hacíamos la
temporada pasada. Quiere y lo intenta pero, de momento, no le terminan de salir
las cosas.
Iván Salgado