La solución a un problema histórico: El tratamiento integral y entubamiento del arroyo Almonazar

El tratamiento integral del cauce abierto que define el arroyo Almonazar a su paso por La Rinconada es, sin duda, uno de los proyectos más importantes de la historia de la localidad. El Ayuntamiento rinconero está al frente de la coordinación de todas las actuaciones que permitirán que la solución al Almonazar sea definitiva.

Las acciones de tratamiento y mejora previstas en el Almonazar comprenden una longitud de once kilómetros de cauce, desde la derivación de caudal -conocida como "corta"- hasta la desembocadura en el Guadalquivir.

En 1995 el cauce natural del arroyo sufrió la primera gran obra de su historia, con la construcción de una corta que desviaba el caudal directamente al Guadalquivir y evitaba así el riesgo de inundaciones al paso por el núcleo urbano de San José. Se invirtieron mil millones de pesetas de la época provenientes del Gobierno central, tras las negociaciones que encabezó el en aquel entonces alcalde, Enrique Abad con el Ejecutivo de Felipe González.

Ahora, entre los retos actuales de la Corporación municipal, figura la idea de eliminar la cicatriz histórica que dibuja el Almonazar en la localidad, superando por otra parte, los problemas medioambientales derivados del arroyo y desde luego, el principal obstáculo para la unión física de La Rinconada y San José.

19,5 millones de euros

Un total de 19,5 millones de euros han sido necesarios para acometer esta obra de alta ingeniería urbanística, un proyecto que cuenta con el respaldo económico de Bruselas a través de la autorización de gasto que el Gobierno central ha dado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente.

37 constructoras de ámbito nacional optaron a hacerse con los trabajos inicialmente presupuestados en 24 millones de euros por el Ministerio de Medio Ambiente pero sobre los que la UTE adjudicataria presentó una baja de 16,5. A esto hubo que añadirle al final otros tres millones del Ministerio para desdoblar la capacidad de los colectores de aguas sucias, de forma que se elimine toda posibilidad de problemas a largo plazo Finalmente, fueron las empresas sevillanas Martín Casillas y por Arpo las que desde junio de 2007 están acometiendo las obras.

Actuación integral

La actuación sobre el arroyo se extiende a lo largo de los aproximadamente 11 kilómetros de cauce que distan entre la corta de caudal que se hizo aguas arriba (a unos 3,6 kilómetros del casco urbano) y la desembocadura natural en el Guadalquivir.

Hasta en siete tramos se dividen las acciones que se vienen acometiendo en tres principales líneas de trabajo: por un lado, se regenera la flora y limpian los cauces en las zonas más vírgenes del arroyo; por otro lado, se integra el flujo como zona verde en las zonas próximas al desarrollo urbano, como en El Cáñamo 3 y en futuro parque del Cerro Macareno, donde se ubican escolleras con lámina de agua limpia y habilitación de paseo peatonal. El tercer tipo de tratamiento es el que se ejecuta en el tramo urbano.

Doce hectáreas de suelo urbano

El soterramiento del Almonazar en el núcleo de San José traerá consigo la liberación de unas doce hectáreas de suelo urbano, que permitirán la plasmación de diferentes acciones de mejora de la escena local, y contempladas en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de La Rinconada.

El documento de planeamiento define así, por ejemplo, la conexión del nuevo viario que circulará sobre el actual cauce urbano del arroyo con la carretera SE-118 (Sevilla-Brenes); la construcción de un paseo con accesos a los espacios educativos y deportivos colindantes; y la eliminación del puente que atraviesa la travesía San José para la posterior fusión de ambas márgenes a la misma cota.

La eliminación del arroyo permitirá la permeabilidad total tanto peatonal como de tráfico, dando lugar a una gran arteria vertebradora de San José y que se extenderá hacia La Rinconada convertida ya en la gran avenida de la Unión. Todo esto traerá aparejada la construcción de nuevos viarios, zonas verdes y hasta la delimitación de suelo residencial para cerca de un centenar de viviendas.

Reunificación de vertidos

Las obras en el Almonazar posibilitarán la reunificación de los vertidos al arroyo, mediante la instalación de un único colector de entre 600 y 800 milímetros de diámetro. Una obra subterránea que se extiende a lo largo de 1.320 metros de tramo urbano.

A esta infraestructura se encauzarán todas las aguas residuales domésticas para conducirlas mediante las estaciones de bombeo ya existentes al centro de reciclaje del barrio sevillano de San Jerónimo.

Otra de las acciones programadas es la construcción del cajón de hormigón que habrá de colocarse justo encima del actual cauce y que tendrá como principal función la de dar cobertura a posibles aunque improbables subidas de flujo de caudal.