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El Rinconada pierde en el estreno del nuevo técnico ante la Estrella San Agustín en un duelo en el que los alcalareños penalizaron los errores groseros blanquiazules
Hay un dicho en el fútbol que dice que, a entrenador nuevo, victoria segura. Evidentemente, no siempre se cumple, como le ocurrió a Javi Blanco en el Rinconada, que cayó en Alcalá de Guadaira ante la Estrella San Agustín por 2-0. Y es que un entrenador, por bueno que sea, no puede hacer milagros. Ni Javi ni Nando, porque el problema del Rinconada es de plantilla. De falta de plantilla, más concretamente. El equipo, al contrario de lo que hacía Nando, sólo metió un juvenil, Estévez, en la convocatoria. Y viajó con 15 jugadores, entre los que estaba Segura, que no está para jugar, y Hormigo, que iba a ser titular y se lesionó en el calentamiento. En realidad, eran 16, pero Colela avisó, en la misma mañana del partido, de que se sentía indispuesto. No hay más cera que la que arde. Jony, Cuevas, Junior, Guajiro y Segura, lesionados; David López, con problemas laborales; Rupe y Marrufo que se fueron iniciada la campaña, y Joel, al que el club dio la baja. Para colmo, Juanma estaba lesionado.
Javi Blanco tocó el dibujo. Metió a Charro de central con Gata, con Mario Cuder a la derecha y Edu de la Hera, que volvía tras lesión, en la izquierda. Hugo estrenaba titularidad en la medular, junto a Jesús Romero y Guti; y arriba, Benavides y Corriente escoltaban a Sabo.
No es que el técnico tuviera más alternativas o más jugadores, pero, en cualquier caso, la apuesta salió mal desde el inicio. Mejor dicho, desde el minuto tres, cuando un balón a la espalda de la defensa no fue despejado por Charro, que se dejó ganar la posición, perdiendo de vista la pelota y al delantero. Joel, que es un cazagoles, golpeó a la escuadra haciendo el 1-0.
El campo de Rabesa, muy reducido, invitaba al fútbol directo. A buscar la espalda de los centrales, a intentar segundas jugadas y, sobre todo, a no arriesgar en zonas comprometidas. No aprendieron esa lección los rinconeros.
No obstante, los visitantes tuvieron sus opciones en el primer acto. Sabo lanzó desviada una falta directa en buena posición. Benavides cazó un balón en el área, superó a Juan, pero Kisko lo sacó bajo palos. Y, por último, Corriente recortó a Jaime hacia dentro, lanzó un zapatazo, pero Juan desvió la pelota.
Ese ataque fue la antesala del 2-0, que inició Carlos Álvarez en la izquierda, cambió el juego para que Joel tocara en el área chica dejándola muerta a Pérez, que lanzó a quemarropa y batió por bajo a Álex Fernández. Otra desaplicación defensiva. Otro error de bulto de la zaga, que permitió dos pases en el área chica. Una romería que aprovecharon los de Pana.
El 2-0 pesaba como una losa. Los defensas estaban atenazados, el centro del campo, con Hugo y Jesús Romero, era totalmente inoperante, y arriba no llegaban balones y, cuando lo hacían, los defensores locales eran expeditivos y no daban opciones a los visitantes.
Tras el descanso, el Rinconada mejoró en defensa, gracias a Gata, el más acertado de la retaguardia, pero empeoró en ataque, vaya usted a saber si por cansancio, por repliegue local o por otra circunstancia, pero lo cierto es que la inoperancia fue muy preocupante. Corriente cambió de posición, primero a la de delantero y después a la de mediocentro. En ninguna superó a su par en ninguna ocasión. Benavides tuvo un remate forzado que se fue fuera por poco en la mejor jugada de la segunda parte. Y Kaki daba una de cal y tres de arena. La medular seguía desaparecida y la defensa, aunque mejor, cometía un error de bulto por medio de Charro, que entregó un balón al contrario a la hora de salir. Álex envió a córner, salvó el tercero y enmendó el error de su compañero. El arquero hizo otra parada en una falta directa de Jaime en la que también salvó a su equipo.
En el 88, el Rinconada reclamó un posible penalti sobre Kaki, pero Gómez Rivero, que estaba muy cerca de la jugada, no lo entendió así.
Al final, el tercero de los locales parecía más cerca que el gol del Rinconada y daba la sensación que, ni aun jugando 24 horas la cosa podía cambiar.
Sin duda, Javi Blanco tiene mucho trabajo por delante, aunque la principal tarea la tiene la secretaría técnica, obligada a buscar cinco o seis fichajes de manera urgente. La Liga no espera. Son tres puntos de treinta posibles, cinco puntos respecto a la permanencia y la visita al Ramos Yerga del líder, la Peña Rociera, en ciernes.