Deportes |
El Rinconada rasca un punto, que pudieron ser tres, ante el intratable líder, la Peña Rociera, a pesar de estar plagado de bajas
El Rinconada necesita sumar de tres en tres para huir de los puestos de la quema en Primera Andaluza, máxime cuando ejerce de local, pero, aunque no pudiera lograr la victoria, a tenor de la actitud del equipo, en el que participaron cuatro juveniles, y en vista del rival que estaba enfrente, el todopoderoso líder, la Peña Deportiva Rociera, que venía de arrollar a sus rivales en sus últimos compromisos, lo cierto es que el punto sabe bien. Así lo reconocía Javi Blanco, quien se mostraba "muy contento por el compromiso del equipo, ante un gran rival y con los problemas de bajas que venimos arrastrando". Además, si alguien mereció ganar, fueron los rinconeros.
Desde el primer momento, el equipo dejó claro que iba a por todas. Álex Hormigo volvía al arco, y Segura a la banda diestra. Con Edu de la Hera en la zurda, el técnico no tuvo que inventarse una defensa, ni desvestir un santo para vestir otro, colocando a Mario Cuder y a Gata como pareja de centrales. Una defensa solvente a pesar de la baja de Juanma.
Por delante, Charro en su posición y Hugo, que está encontrando la confianza que le faltó con Nando, acompañados por el juvenil Felipe Aragón, que está cogiendo galones a pasos agigantados. Kaki y Estévez por banda y Benavides en punta.
En el banquillo, un mermado Corriente y Guajiro, presto para debutar un mes después. Jesús Romero y los juveniles José Carlos y Óscar, junto al portero Álex Fernández, completaban la convocatoria.
El equipo se hizo fuerte desde atrás, no haciendo concesiones ni regalando nada al contrario, algo distinto de lo que pasaba en Rabesa o lo que se ha venido sucediendo toda la temporada.
Los de Manuel Fidalgo, que venían de golear al Demo, encontraban resistencia, hambre en el rival y orden en sus rivales que, no sólo no dejaban huecos, sino que llevaban veneno cada vez que miraban la portería de Ponce.
En el 44, Benavides encontró el premio del gol para los suyos, pero la alegría duró poco porque, en ls jugada posterior al saque de centro, Manu Rey empató el partido al filo del descanso.
Las sensaciones eran que los nazarenos apretarían en la segunda mitad y que al Rinconada se le iba a hacer difícil aguantar por la falta de efectivos y el derroche físico realizado. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El Rinconada siguió dominando, sin hacer concesiones atrás y asomándose con peligro a la meta contraria. Es cierto que hubo dos ocasiones en que los visitantes pusieron en aprietos a Álex Hormigo, que reaccionó bien, pero fueron más las que los blanquiazules pudieron anotar el segundo.
Cuando Romero Gómez pitó el final, la sensación era agridulce porque, a pesar del buen partido no se había sumado de tres. Pero las sensaciones fueron buenas y esta lucha por eludir el descenso es una carrera de fondo, que vivirá su próxima etapa en el San Sebastián de La Puebla del Río ante un rival directo, con los argumentos y la convicción de que se puede sumar de tres y lograr la primera victoria.