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El Tres Calles, que ganaba 6-2 a falta de cuatro minutos, termina empatando ante el San Juan del Puerto y deja escapar una inmejorable ocasión de acercarse a la zona noble de la clasificación
Todavía se frotan los ojos en el Agustín
Andrade, preguntándose cómo es posible que se terminara empatando ante el San
Juan del Puerto cuando, a falta de cuatro minutos, Luis hacía el 6-2, que
parecía sentenciar definitivamente un duelo en el que los de Domingo Ramírez habían
hecho todo para ganar… hasta entonces.
A pesar de comenzar perdiendo a los dos
minutos, Abraham, Gori y Antonio Caballero, remontaban la contienda y mandaban
el partido al descanso con un cómodo 3-1. A los cuatro minutos de la reanudación,
los onubenses se metieron en el choque, anotando el 3-2. Pero fue una falsa
alarma. El Tres Calles apretó y, primero Viola, en el 28, Jorge, en el 32 y
Luis, en el 36, aupaban un incontestable 6-2 a falta de cuatro minutos.
Pero ese intervalo sirvió para que los
rinconeros tiraran todo el partido por la borda. Pudo ser nerviosismo, exceso
de confianza o vaya usted a saber qué, pero hay muy pocos ejemplos de
remontadas de esta índole en tan poco tiempo.
Dos goles en el minuto 38 y otros dos en el 39, dejaron el duelo en tablas e hicieron volar dos puntos del Agustín Andrade ante la sorpresa mayúscula de jugadores, técnicos, directivos y aficionados. Un accidente que habrá que revertir en el próximo partido.