El municipio sigue apelando a la “responsabilidad individual” para evitar cualquier posible contagio, mientras sigue implementando medidas de desinfección, asesoramiento y económicas para paliar los efectos de la pandemia
Cuando estamos a punto de
cumplir siete meses desde que se decretara el Estado de Alarma por el Covid-19,
el Ayuntamiento de La Rinconada sigue trabajando, sin bajar la guardia, para
tratar de evitar la propagación del Coronavirus.
Los contagios en esta segunda ola se han incrementado en toda la provincia,
sin que La Rinconada sea una excepción. En la actualidad la localidad tiene una
tasa de 199 casos por cada 100.000 habitantes, una cifra que se sitúa al
municipio “en un momento clave para volver a controlar la pandemia”, dice el
alcalde, Javier Fernández. Desde el Ayuntamiento se sigue apelando a la
responsabilidad individual, instando a la ciudadanía a cumplir con las
directrices y protocolos determinados por las autoridades sanitarias de forma
escrupulosa, como medidas más eficaces para evitar la propagación del
Coronavirus.
Mientras tanto, la Administración Local sigue trabajando implementando
medidas, en muchos casos a mayores de sus competencias, para tratar de preservar,
por un lado, la salud de la población, asesorarla en aquellas cuestiones que
pueden generar dudas, y poniendo en marcha medidas económicas para paliar los
efectos financieros de la crisis.
En el plano económico, se han invertido, a través de remanentes y
modificaciones presupuestarias, más de dos millones de euros “para que nadie se
quede atrás”.
Ayudas alimentarias, limpieza, higiene y productos de primera
necesidad, farmacia y productos sociosanitarios, pago de alquileres, equipos de
protección y detección de enfermedades, reparto gratuito a domicilio de
mascarillas a toda la población, ayudas de hasta 1.000 euros (independientes de
las de otras Administraciones) para los Autónomos y Comercios minoristas -aquí cobraba
una importancia capital la celeridad en las gestiones para que la gente esté ya
cobrando esas ayudas, gracias a la agilización y disminución de los trámites
burocráticos-, entre otras medidas.
Se han destinado los
presupuestos de eventos cancelados por el Covid-19 a una hucha social para los
más damnificados por los efectos derivados de la alerta sanitaria, se ha
disminuido el plazos de pago a proveedores, se han agilizado las subvenciones
al tejido asociativo social, ha habido moratoria en el pago de los alquileres
de viviendas públicas, se ha ayudado económicamente a damnificados por el Covid
o a familiares que, por cumplir la cuarentena, han tenido que dejar de
trabajar…
En este sentido,
el Ayuntamiento trabaja en la provisión de otros tres millones de euros para
seguir paliando los efectos económicos de la crisis, estando previsto aprobar
estas medidas en un Pleno Extraordinario que se convocará próximamente.
En el plano de
asesoramiento, se ha desarrollado un servicio para evitar abusos a los
consumidores, servicio de ayuda psicológica telefónica, asesoramientos
telefónicos para empresas, autónomos y trabajadores, así como información a
todo aquel que lo ha demandado, llegando a recibirse llamadas desde Valencia.
En lo que
respecta a la salud, se ha reforzado la limpieza y desinfección del municipio,
se han realizado test masivos –cuando eran difíciles de realizar- a los
colectivos más vulnerables, se ha puesto en servicio un taxi para trasladar a
los pacientes que vayan a urgencias desde La Rinconada a San José (después de
que la Junta de Andalucía concentrara las urgencias en el Centro de Salud de
Los Carteros). En este sentido, también ha sido el Ayuntamiento el que ha
encabezado las reclamaciones a la Junta de Andalucía para restablecer los
servicios al estado previo a la pandemia, llegando a entregar un listado de
quejas por el mal funcionamiento y la falta de personal y servicios de los
centros de atención primaria en el municipio.
Otro aspecto
fundamental ha sido el esfuerzo en el ámbito educativo tras la decisión de la
vuelta presencial a las clases, con refuerzo de personal de limpieza y kits
Covid para todos los escolares del municipio.
Y, por último, dentro de la calidad de vida que
abandera el Consistorio, apelando al factor humano, se han realizado servicios
de videollamadas para mayores no familiarizados con las Nuevas Tecnologías, se
han creado redes de voluntarios para ayudar a los mayores en compras y recados,
así como a los afectados por el Covid y sus familiares, se han grabado mensajes
personalizados a niños y niñas, así como envío de regalos por su cumpleaños o
santo, biblioteca a domicilio, adaptación de actividades formativas culturales,
deportivas y lúdicas al confinamiento y a la nueva normalidad y se ha
trasladado escrupulosamente toda la información sobre contagios desde el
momento en el que, por cauces oficiales, el Ayuntamiento los recibía.
Un papel
fundamental han jugado –y siguen jugando- las fuerzas de orden público, los
servicios sanitarios, los docentes, los agricultores y trabajadores que día
tras día se exponen de cara al público, así como numerosos vecinos y vecinas
que, a título individual, han puesto su tiempo, sus capacidades y su dinero al
servicio del resto de la ciudadanía.