SAC
Servicio de Atención a la Ciudadanía

Noticias

1-1: Jaime Otón, de villano a héroe

Deportes |

Un error grosero del capitán parecía condenar a un San José, preocupantemente inoperante en ataque, en Guadalcacín, pero un remate suyo en el último suspiro del partido provocó un penalti que permitió salvar un punto

El San José sacó un punto en su visita al Fernández Marchán de Guadalcacín en un partido que los cañameros no merecían perder, aunque tampoco ganar, y que deja una creciente preocupación por la inoperancia ofensiva de los de ‘Che’, incapaces de generar peligro ante la meta rival.

El choque tuvo dos claros protagonistas. Por un lado, el capitán cañamero en la pedanía jerezana por la ausencia de un lesionado Dani, Jaime Otón, partícipe en los dos goles que registró el encuentro, y por otro, el malagueño Bueso Jiménez, el colegiado de la contienda, un pistolero que realizó un arbitraje lamentable y que machacó a tarjetas a ambos equipos, cebándose especialmente en los locales a la finalización del encuentro, con nada menos que cinco tarjetas rojas.

El choque comenzó bien para el San José, jugando a su rival de tú a tú desde el inicio, tratando de hilvanar jugadas, con seguridad defensiva y tratando de generar peligro con el tridente formado por Emilio, Chuli y Ennoury. No obstante, ya en los primeros compases, el San José se mostraba muy atascado no ya en la finalización, sino en la generación de oportunidades, lo que es más alarmante. Un remate alto de Montaño de cabeza, a balón parado y un zapatazo que se estrelló en el larguero de Sosa, fueron los acercamientos visitantes, mientras el rival no daba signos de mejoría respecto al nivel azulino.

Sin embargo, todo cambió en el minuto 28. Un error grosero de Jaime Otón, uno de esos regalos que cuestan puntos, sirvió a los de Diego Galiano para adelantarse en el marcador. El capitán recibió un balón presionado, dudó en el despeje y optó por dejarla corta atrás a Sebas, sin percatarse de que por allí andaba Elías, que agradeció la asistencia del rival, recortó a Sebas y adelantó a los jerezanos. Mientras tanto, el trencilla comenzaba su festival tarjetero cebándose con el San José y su banquillo, donde hasta tres de sus integrantes fueron amonestados.

Poco que añadir desde la media hora al término del primer acto. Inoperancia ofensiva de ambos, que a los locales les valía al ir por delante, pero al San José lo dejaba muy herido en la clasificación.

La situación cambió al inicio de la segunda parte, con un San José más enchufado en busca del empate, pero en ese momento se descubrieron las miserias en ataque de los cañameros, totalmente incapaces de llegar con peligro a la meta contraria, limitando sus acercamientos a pelotazos estériles o centros de jugada a balón parado que no se acababan de finalizar. Los cambios no aportaron nada. Fernando corrió como pollo sin cabeza, Edu Brenes apenas intervino en el juego, y Guti se metía demasiado atrás para jugar el balón. Che había apostado por cuatro centrales en defensa, con Ismael acostado a la derecha y Montaño a la izquierda, lo que limitaba sobremanera las opciones de doblar a los laterales. El San José tranzaba tres o cuatro buenos pases, pero lejos de la zona de peligro, no había nadie capaz de filtrar un pase entre líneas y los puntas tampoco ayudaban a ello con desmarques o generación de superioridad. Sosa, que había sido de los mejores de su equipo tuvo que retirarse lesionado con una fractura en la mano que le obligó a ser trasladado a una clínica cercana y las tarjetas seguían engrosando la factura azulina con los comités.

El tiempo pasaba y los visitantes no creaban ninguna ocasión que fuera más allá de ir acumulando gente para rematar jugadas a balón parado. Por otro lado, Sebas era un espectador más, pero el partido parecía que se acababa con el 1-0 y el zurrón vacío para los del Felipe del Valle.

Sin embargo, en el 95, un balón suelto en el área le cayó a Jaime Otón, que sacó el disparo ante una muralla de jugadores gaditanos. El balón rebotó en un defensor y dijo el colegiado que le había dado en la mano, señalizando penalti, en el minuto 94, que Guti se encargó de transformar de manera impecable. El San José salvaba un punto gracias a Otón, que pasaba de villano a héroe en el último suspiro del choque.

Tras el empate, el colegiado paró cinco minutos el encuentro para expulsar a Dani Castro del Guadalcacín. Tras ese tiempo, con el balón en el círculo central, señalizó el final, lo que encendió los ánimos del banquillo local por lo que se veía como una provocación del malagueño. Éste, apaciguó las protestas con una ristra de tarjetas rojas -hasta cinco-, además de un acta que puede costarle cara a los de Diego Galiano -uno de los expulsados-. Más recaudación para el comité, que obtendrá pingües beneficios económicos del partido, en otro día sin público y sin ingresos para los clubes modestos.

Este sitio web usa cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y recoger información sobre su navegación. Si pulsa "aceptar" o continua navegando consideraremos que admite el uso e instalación en su equipo o dispositivo. Encontrará más información en nuestra Política de Cookies.