El San José sigue intratable como local y lo volvía a demostrar ante el Camino viejo, en un partido con poca historia que se decidió gracias a la extraordinaria pegada de los de ‘Chico’, ante la que nada pudieron hacer los tomareños.

El cuadro visitante salió bien plantado al césped del ‘Castañita’, tratando de jugar de tú a tú a los azulinos, que tenían ciertos problemas en mantener la posesión del balón y que no se mostraban tan incisivos como, por ejemplo, en el envite de hace quince días ante el Bellavista.

Sin embargo, en el fútbol, y máxime en estas categorías, la pegada tiene un enorme poder de decisión de los partidos y los cañameros tienen mucha en esta campaña. Y pronto lo demostró Enrique quien, en el 13, sacaba un lanzamiento cruzado desde la izquierda que, tras tocar en el palo, se acababa colando en la meta de Curro.

Los de Álvaro Noria trataron de rehacerse, pero, en el 24, de nuevo Enrique hizo gala de definición para poner el 2-0 y llevar la tranquilidad a la grada. Pudo ampliar la renta el cuadro azulino, después de un penalti señalizado por el colegiado Gómez Rivero, bien buscado por Jorge Guerra. El propio ex aruncitano lo lanzó, pero la pelota, tras tocar el poste, terminaba rechazada para que Josemi la mandara alta.

En el 43, los visitantes iban a meterse en el partido. Centro lateral desde la derecha y Nono cabeceaba lejos del alcance de Linares. La pelota tocaba el palo y se acababa colando, al contrario que con el penalti lanzado instantes antes por el San José. Un duelo que parecía resuelto se complicaba y del posible 3-0 se pasaba al 2-1, pero aquí de nuevo aparecía la pegada azulina. En el alargue del primer acto, Jorge Guerra, ahora sí, remataba a la red un centro lateral cañamero. Volvía la renta de dos goles antes del descanso y el ariete, que había fallado el penalti, se reencontraba con el gol después de anotar un doblete en la primera jornada.

En la segunda parte el guion no sufrió alteraciones. El San José levantaba el pie del acelerador y el Camino Viejo, si bien no se rendía, se mostraba incapaz de generar peligro en los dominios de Linares y sufría en las vertiginosas contras que lanzaban los cañameros. En una de éstas, Pablo Valle dio un pase medido a Jorge Guerra que, ante la salida de Curro, le picaba la pelota para anotar el cuarto gol local. Era el minuto 51.

Con el 4-1, el San José se dejó ir. Chico empezó a rotar el banquillo y, de forma escalonada, fueron saliendo del campo los bigoleadores de la tarde, de forma paralela a que el equipo empezaba a pensar en la visita al Cerro la semana que viene. También salió Selu, con ostensibles gestos de dolor en el hombro -habrá que ver el alcance de la lesión, pero no tenía buena pinta-. Antes de abandonar el campo también, Rubén se marcó un golazo con un tiro a la escuadra imparable para Curro.

Eso sí, un minuto más tarde, Dani ponía el 5-2 y, a los pocos minutos, a punto estaba de hacer el tercero el cuadro tomareño. Pero el marcador no se movería más y el San José amarraba tres puntos antes de afrontar su asignatura pendiente, la de jugar a domicilio, donde suma un punto de seis posibles. El próximo rival, en Hytasa, será el Cerro, con el posible liderato de la competición en juego.