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El San José golea al Cazalla con un marcador demasiado abultado para lo que se vio en el Felipe del Valle y aprovecha el pinchazo del Rinconada para acabar primero del Subgrupo 2 de Primera Andaluza
El San José solventó su partido ante el Cazalla y acaba la primera fase como campeón de grupo, aprovechando la derrota del Rinconada en el Psiquiátrico de Miraflores ante el San Pablo Pino Montano.
Los cañameros partirán la segunda fase desde la tercera posición, por detrás del Ventippo y el Morón, del Subgrupo 1, y por delante del Mairena. El Utrera B de Javi Blanco será el cuarto rival con el que se encontrarán los azulinos en la segunda fase.
El último partido de la primera fase, en casa ante un Cazalla abocado a sufrir hasta el final para mantener la categoría, no fue un partido brillante. De hecho, la mejor noticia fue el marcador, aunque se pueden sacar otras cosas positivas, como el esperanzador debut de Pipi, que ha heredado el ‘10’ que deja Guti -al que se ha dado la baja-, el doblete de Luis Cubero, que asume galones ante la sequía de Jorge Guerra, y el partidazo de Pablo Valle que, de existir un trofeo al MVP, se lo hubiese llevado a casa.
Pero los de ‘Chico’ siguen demasiado atascados, con muchas lagunas en el juego, y tuvieron muchos problemas para imponerse a un rival muy inferior a los cañameros. La primera parte fue bastante anodina. El Cazalla trataba de correr, de presionar al San José cuando tenía el balón y eso hacía que las imprecisiones se multiplicaran. Pero lo cierto es que la pelota era más del Cazalla, sin argumentos para poner en peligro a Linares, pero haciendo sufrir a los locales, como ocurre siempre que no tienen la posesión de la pelota.
En el minuto 17, los azulinos se adelantaron en el marcador, por medio de David Alfonso, que transformó un penalti dudoso cobrado por Castillo Gil sobre él mismo. Eso sí, un minuto después, se produjo otra pena máxima, mucho más clara que la anterior, sobre Manu Gallardo, pero, en este caso, el colegiado miró hacia otro lado.
Esa ansia del San José por marcar, que caracterizaba al equipo en las primeras jornadas, no aparecía y el dominio territorial correspondía a los de la Sierra Morena sevillana.
En la segunda mitad, la tónica fue similar a la primera, aunque la entrada de Pipi, que firmaba esta semana por el San José, dio al equipo mayor profundidad e hizo que el dominio de la pelota fuera más de los locales. También entraba Luis Cubero, del que sigue sorprendiendo que no sea titular, viendo las prestaciones ofensivas que te ofrece y el momento de Jorge Guerra, que sigue desaparecido. Ahora, además, Javi Carrillo ha dejado el equipo, por lo que la vanguardia está sensiblemente mermada y el San José necesita con urgencia acudir al mercado ante la exigencia de esta segunda fase.
En el minuto 82 se acabó de romper el partido. Pipi se sacó un pase magistral a la espalda de la defensa que dejó a Juanjo en posición de superioridad. El ex del Lora lo hizo perfecto, y la dio el balón a Luis Cubero que, cual cazagoles, no desperdició la oportunidad de estrenar su cuenta goleadora y poner el 2-0 en el marcador, cuando ya se conocía que el equipo, si ganaba, sería primero. Un gol que aseguraba una victoria que, hasta entonces, más por lo exiguo del marcador que por las ocasiones del Cazalla, no estaba, ni mucho menos, asegurado.
Los últimos minutos, en los que los visitantes bajaron los brazos, siguieron para cerrar la goleada, que sirve para llenarse de moral de cara a la segunda fase y dejar claro que, con espacios, el equipo a la contra hace muchísimo daño. El tercer tanto lo empuja a la red Luis Cubero, después de una jugada espectacular de Pablo Valle por la izquierda, en la que se marcha hasta de tres contrarios para entregarle el gol en bandeja a su compañero. Y el cuarto fue conseguido por el propio Pablo Valle, que siguió una jugada hasta el final para acabar rematando un pase de Pipi.
Un 4-0 engañoso, pero que sirve para el primer objetivo, que era ser campeón de su Subgrupo. A ver ahora la segunda fase en la que el equipo debe crecer y dar un paso al frente, porque la entidad de los rivales será mayor.