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4-1: Se aferra a sus opciones

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El San José golea al Utrera B, se coloca a un punto del Play Off y depende de sí mismo para estar entre los cuatro elegidos

El San José recuperó la sonrisa, en forma de triunfo, ante el Utrera B, en un partido que supone la primera victoria de los de Chico en la segunda fase de la competición, lo que le permite ponerse a un punto de los Play Offs y le hace depender de sí mismo en los dos partidos que restan, en los que tendrá que visitar al Mairena en el Nuevo San Bartolomé, y recibir al Morón de ‘Che’ en el Felipe del Valle.

El duelo se vivía con tintes de final. De hecho, de no haber ganado se hubiese quedado definitivamente sin opciones. Pero la espada de Damocles sobre el cuello cañamero surtió efecto y el equipo sacó adelante los tres puntos, más a base de arreones que de juego fluido, pero la puntería, esa que ante Ventippo o el propio filial del Utrera en la ida había fallado, en esta ocasión si apareció para los azulinos.

El duelo comenzó con el pasillo de los dos equipos al Juvenil del San José, que se ha proclamado campeón de Cuarta Andaluza y que asciende a Tercera después de un año brillante. Los cachorros salieron al campo entre los aplausos de los aficionados y sus mayores, para recibir el reconocimiento de la parroquia cañamera. Fue el preludio de un duelo en el que el entrenador, cuyo cargo estuvo en la cuerda floja después de la derrota ante el Ventippo, optó por darle a Luis Cubero la camiseta de titular en detrimento de Jorge González y reubicar, como al comienzo de la temporada, a Jorge Guerra en la posición de ‘9’.

Desde el comienzo, los azulinos salieron en busca del partido. La tarde barruntaba agua -que al final no apareció- y había temor a que un aguacero dificultara la práctica del envite. Por eso, el San José intentó resolver por la vía rápida, aunque las triangulaciones en la medular no llegaban a buen puerto. Los locales trataban de abrir el campo con balones a la espalda de la defensa, donde Luis Cubero o Selu, por la diestra, o Pablo Valle por la izquierda, trataban de crear situaciones de superioridad para dar ventaja a los suyos. A instancias de su auxiliar, el colegiado Remesal Torno invalidó tres jugadas de ataque azulinas bastante justa, lo que hizo enfadar al público y a Luis Cubero, que se afanaba en protestar a la juez de línea.

En el 27, Jorge Guerra recibía un balón y mandaba un pase bombeado a Troncoso, que ganaba bien el duelo al central y se perfilaba para el disparo. El meta Rafa repelía el lanzamiento del cañamero, pero en el rechace esperaba Luis Cubero para mandar el primero al fondo de la red.

El tanto fue como un mantra para los de Chico, que, de una tacada, se sacudieron los tres envites que acumulaban sin marcar. Luis lo celebró con rabia, por el peso que liberaba ese gol y reivindicando su participación, que no ha sido tan prolongada como a él le hubiese gustado.

Los azulinos se desataron y, con Rubén y alemán ejerciendo casi de mediapuntas, empezaron a generar innumerables problemas a los cachorros de Javi Blanco, que se afanaban en seguir el manual del entrenador, darle buen trato al balón y salir desde atrás, cuando el San José mordía.

En el 34, Luis Cubero recuperó un balón, se metió como cuchillo en mantequilla por la banda diestra y dio el pase de la muerte a Rubén, que solo tuvo que empujar a la red el segundo, que daba más aire a los cañameros que, en toda la segunda fase, nunca habían tenido dos goles de renta. Y sólo dos minutos más tarde, el propio Luis recuperó otra pelota, se plantó delante de Rafa y la batió por bajo, haciendo el tercero y llevando, ahora sí, la fiesta a las gradas, que volvía a creer en su equipo.

Con este marcador se llegó al descanso, con el cambio de chic y de mentalidad, con las ilusiones renovadas y las pilas cargadas de cara a la segunda parte. Eso sí, el resultado no tapaba las dificultades para crear juego de los cañameros, similar a la observada en anteriores partidos, aunque, esta vez sí, la pegada hacía su aparición y era suficiente para tener el envite resuelto.

La segunda parte casi sobró. De hecho, el colegiado no añadió ni un segundo al crono. Es cierto que los utreranos, sin complejos, se fueron arriba y generaron un par de sustos bien resueltos por Linares que podrían haberles metido en el partido, aunque, en líneas generales, el San José no tuvo problemas para mantener la renta. Eso sí, el omnipresente Luis Cubero de la primera mitad, desapareció en la segunda, al igual que Jorge Guerra. Por fortuna para los de Chico, quien sí apareció fue Jorge González, que entró desde el banquillo y anotó el cuarto tanto, estrenando así su cuenta goleadora, tras marrar diversas opciones claras que hacían presagiar alguna maldición para el ex del Alanís, quien con su gol recupera confianza, ve puerta y se convierte en un soldado más para la causa.

Antes del tanto del punta, Félix había recortado distancias para los de Javi Blanco. Tras una jugada que se resolvió con un cabezazo a bocajarro de un delantero visitante, que Linares repelió de manera felina, el rechace le cayó a autor del gol, que mandó un misil imparable al fondo de la red. Un gol similar al de la primera vuelta en San Juan Bosco, aunque el de Utrera fue sin rechace, pero que deja en evidencia las dificultades tácticas de los centrales para frenar los centros laterales de sus adversarios y que es un aspecto que tiene que trabajar Chico de cara a los partidos que restan, porque tanto Mairena como Morón le pueden hacer mucho daño por los costados.

El partido llegó a su fin y los cañameros recuperaron la fe, sabedores que, por difíciles que sean sus adversarios, tienen mimbres para plantarles cara y conseguir el objetivo. Además, para el duelo ante el Mairena, habrá saldado sus cuentas con Federación David Alfonso, que es de esos jugadores que ofrecen algo distinto en los metros finales y que pueden ayudar en la creación de juego. Pipi aún tiene tres duelos de sanción por delante e Iván Martín sigue lesionado, por lo que el ex del Villafranco se postula como el principal socio de Troncoso, el único creador de juego que le queda en el campo a Chico. Lo que está claro es que el San José irá a Mairena a disputar una auténtica final a cara o cruz porque, de no ganar, las opciones en la última jornada serían mínimas.

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