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2-0: Y colorín, colorado…

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El San José pierde en Mairena y se despide matemáticamente de los Play Offs, algo que convierte la temporada cañamera en un fracaso sin paliativos. En el Nuevo San Bartolomé, el equipo no fue peor que su rival, pero volvió a perdonar sus ocasiones y a regalar en defensa, lo que, ante un rival como los alcoreños, fue mortal de necesidad

El San José se despide de los Play Offs. No es que necesite un milagro, ni que la cosa esté difícil. Es que, matemáticamente, es imposible que alcance los cuatro primeros puestos del grupo. El equipo de Chico, que llegó como líder a la segunda fase, ha hecho unos números desastrosos en ella, sumando 6 puntos de 21 posibles. Tas el pitido final en el Nuevo San Bartolomé, la única opción que quedaba era que el Rinconada no ganara en Utrera y que, en la última jornada, tampoco lo hiciera en casa ante el Mairena, pero la victoria de los de Nando de la Rosa lo descartó definitivamente, cerrando un año que comenzó con ilusión, tras el descalabro del pasado ejercicio, pero que acaba con otro fracaso sin paliativos.

Los cañameros comenzaban la jornada dependiendo de sí mismos. Si ganaban en Mairena y al Morón estarían en el bombo, pero ante los alcoreños salió cruz. En su defensa, cabe decir que no fue inferior a su rival, posiblemente mereció mejor suerte, pero perdonó de cara a la portería contraria y regaló en defensa, y eso, ante un rival como el que tenía enfrente, hace imposible sacar algo positivo.

El duelo comenzó con tanteo y, en el minuto cinco, Jorge Guerra se inventó un pase al huevo que dejó sólo en carrera a Luis Cubero delante de Cucu. El delantero azulino pasó de héroe en Utrera a Villano, al disparar al muñeco, marrando una ocasión que, ya por entonces -y el partido acaba de empezar- se atisbaba complicado que se volviera a repetir. Los minutos fueron pasando con los alcoreños sin dejar huecos, y tratando de sorprender con balones largos que, aunque parecían rifados, estaban muy entrenados, y siempre había algún jugador que se descolgaba para disputar la pelota y crear superioridades a la defensa rinconera.

Los de Chico tuvieron otra opción, en un balón que bajó con maestría David Alfonso y lo dejó muerto a los pies de Troncoso que, pensando en que seguiría su compañero, se paró y, cuando quiso reaccionar, ya era tarde. Otro envío de David Alfonso, lo cazó Rubén, que cruzó en exceso su remate.

El filo del descanso, un balón colgado a la izquierda fue cambiado de banda por Ríos. Linares no salió y los centrales no fueron contundentes. La pelota llegó a Iván, que la metió en el área chica donde, otra vez, ni arqueo ni defensas la interceptaron. Sólo Castro se elevó para empujar sin oposición el balón al fondo de las mallas.

En la segunda parte, el San José salió a por todas y, por momentos, creó fútbol, generó ocasiones e ilusionó a su parroquia pensando que el empate podía llegar. Jorge González salió muy activo y logró un par de controles en carrera, que acabaron en nada, pero que hicieron al equipo venirse arriba. Selu también ganó su banda en un par de ocasiones, pero los centros fueron horribles. Rubén probó desde fuera y se encontró con Cucu… pero los minutos pasaban y el gol no llegaba. Los alcoreños trataban de que no se jugara y, capeaban como podían el vendaval azulino. En el 73 llegaría la jugada del partido. Un balón que se lleva Pablo Valle y sirve a Luis Cubero que gana la espalda a la defensa y se dispone a batir a Cucu, cuando el colegiado, Cuaresma Giráldez, hace sonar su silbato deteniendo la acción. Todo el mundo pensaba que indicaba fuera de juego, pero su auxiliar no tenía levantado el banderín. Cual sería la sorpresa cuando lo que indica es falta sobre Pablo Valle, no aplicando la ley de la ventaja y perjudicando, claramente, al infractor. Cabreó monumental de toda la expedición cañamera y respuesta del trencilla, claramente audible, que decía “me la he comido”. Sinceramente, que reconociera su error, no alivió el careo visitante. En la falta que había señalado, David Alfonso puso un caramelo al segundo palo para que Manu Gallardo, con todo a favor, rematara fuera. A esas alturas, el San José ya sabía que no era su día y que, si la pelota no había entrado ya, nunca lo haría.

Lo que sí llegó fue el segundo tanto mairenero, en un balón que, de manera incomprensible, Selu se empeñó en jugar desde atrás, permitiendo a Vega la recuperación y plantarse solo delante de Linares para, con todo el tiempo del mundo, terminar mandando el balón a la red y las ilusiones azulinas al cubo de la basura.

El duelo ante el Morón es intrascendente para el San José, aunque no así para los de Che que, ganando, estarán en los Play Off, superando a Rinconada o Mairena, que juegan entre ellos en el Nuevo Ramos Yerga.

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