Cristina Campos trabaja en el sector cinematográfico como directora de casting y lo compagina con su faceta de escritora que tantas alegrías le está dando en estos años. Su primera novela, ‘Pan de limón con semillas de amapola’, se ha convertido en un longseller con más de 300.000 ejemplares vendidos desde su publicación en 2016. El año pasado, su segunda novela, ‘Historias de mujeres casadas’, fue Finalista del Premio Planeta, y para presentar esta última obra ha venido a La Rinconada, a Estación de las Letras, en un encuentro literario conducido por el también escritor Antonio Puente Mayor.

La escritora catalana ha explicado que ‘Historias de mujeres casadas’ tiene como protagonista principal a Gabriela, una mujer felizmente casada, madre y periodista de profesión, que tiene una aventura con Pablo, un hombre que se le cruza en su vida, con el que vivirá “un amor prohibido, un año lleno de inconsciencia”. Junto a Gabriela, están sus amigas, Silvia que no siente nada cuando hace el amor con su marido y Cósima, cuyo marido no la desea. También aparece Eugenia, de 60 años, casada con un hombre mayor que ella, que se reencuentra con el amor de la facultad.

“Es una novela que habla de la verdad de los matrimonios contemporáneos, una novela intimista, que no erótica. Hay sexo explícito, pero explicado desde la verdad, y creo que eso fue lo que sedujo al jurado del Planeta”, ha referido Campos. También ha señalado que “en nuestro país se lee mucha novela erótica, como la de ‘Cincuenta sombras de Grey’, pero no son verdad. La realidad es que todos sentimos cierta inseguridad cuando la mujer o el hombre con el que acuestas te gusta, y más a mi edad, cuando los cuerpos no son iguales”.

Cristina Campos se dio a conocer en el mundo de la literatura con su obra ‘Pan de limón con semillas de amapola’, donde narra la historia de dos hermanas, que no se ven desde hace diez años, que heredan una panadería de una persona que no conocen. Esta novela fue llevada al cine por Benito Zambrano y ha cosechado un gran éxito de lectores, 300.000, se ha traducido a diez idiomas y ha tenido gran repercusión en los lectores alemanes, tal y como subrayó la propia Cristina Campos en este encuentro.

En ambas obras, la autora ha afirmado que se basa en “cosas que me pasan a mí o a mi entorno”. Su llegada a la escritura vino de la mano de su profesión. “Soy directora de casting de cine, llevo mucho tiempo leyendo guiones ajenos. En este país es difícil ser guionista y llevo más de 15 años presentando guiones, sin éxito. Al final me fui a Mallorca para hacer mi primera novela.  La editorial Random House la compró”.

También ha explicado que ‘Historias de mujeres casadas’ está costando un poco más que tenga el mismo éxito que la anterior en el mercado europeo porque “tiene sexo explícito”.

Sobre el ser finalista del Planeta ha contado que se quiso presentar porque pensó que, si había conseguido 300.000 lectores, tenía posibilidades, y así ha sido. “Es una novela intimista, pero osada, o te arriesgas o no llegas a finalista del Planeta. Cuando aquí hablo de cómo se masturba una mujer lo hago describiendo cómo me masturbo yo, al principio cuesta, porque piensas qué va a pensar la gente, pero las escritoras francesas llevan años haciéndolo, como la Nobel Annie Ernaux”. Así, Campos ha señalado que cada vez que sentía pudor por hablar de su intimidad en el matrimonio, lo borraba, “porque pensaba esto lo va a leer mi madre”. Pero al final decidió que “para escribir no hay que tener pudor y hay que ser generosa, he hecho un ejercicio de valentía, cuento algo que hacemos todos: hacemos el amor, nos masturbamos… Hablo de cómo se desvanece el deseo sexual de las mujeres sobre nuestros maridos”.

Lo que le interesa es el “desgarro emocional”, no sólo en el tema sexual, también en lo que implica la maternidad, la infertilidad, las enfermedades de mujeres como la endometriosis. “Es un libro que habla de una verdad de la que se habla poco, no es un libro banal”.

También ha recalcado que sus personajes son todos mujeres privilegiadas, que “tienen buenos trabajos, independientes económicamente de sus maridos, blancas, europeas, si se quedan con sus maridos es porque tienen hijos, no porque necesiten dinero”. También es un libro sobre la amistad femenina. “Cuando escribo pienso en mis amigas y en las mujeres que me rodean, pienso en mí, en que si me enamorase de otro hombre sería desgarrador, da mucho placer sexual pero no sé si compensa”. En la obra, Pablo le dice a Gabriela “no quieras casarte conmigo para convertirme en lo que ya tienes, si le da lo que ella le pide se convertirá en lo que ella ya tiene, porque cuando te sales de lo enigmático, de lo secreto, ya es rutinario”.

Para escribir la novela leyó a la neurosiquiatra Louann Brizendine y su obra ‘El cerebro femenino. Comprender la mente de la mujer a través de la ciencia’. Además, está haciendo un podcast que se titula igual que la novela y habla sobre la intimidad femenina y sobre la sexualidad de las mujeres. “Entrevisté a dos sexólogos que recomendaban que las mujeres se masturbasen una vez al día, tenemos un órgano hecho solo para sentir placer, ¿por qué negarnos el placer o el deseo?”. 

En estos momentos está inmersa en la adaptación de esta segunda novela para una serie de la que será codirectora. “He hecho un ejercicio de autoficción para escribir este libro y me cuesta mucho ver a un director o a una directora hablando sobre mi intimidad”.

Otro de los proyectos que tiene en mente es escribir historias de hombres casados y lo quiere hacer con un hombre, un escritor del que no ha revelado el nombre. “Ya tengo la trama, son cuatro amigos que han cumplido 50, uno de ellos es comandante, que se los lleva de vacaciones a Salvador de Bahía”.