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La Rinconada conmemora 20 años de matrimonio igualitario

Igualdad |

La Hacienda Santa Cruz acogió una mesa redonda y el Centro Cultural Antonio Gala una exposición –que estará abierta hasta final de semana- en las que se repasan lo que supuso la Ley 13/2005, cómo ha afectado en este periodo y qué necesita mejorar para seguir avanzando

El pasado 30 de junio de 2005, el ejecutivo presidido por José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) aprobaba la Ley 13/2005 que permitía “que el matrimonio sea celebrado entre personas del mismo o distinto sexo, con plenitud e igualdad de derechos y obligaciones cualquiera que sea su composición” y que convirtió a España en el cuarto país del mundo en reconocer este derecho, junto a Holanda, Bélgica y Canadá.

En aquel momento, hubo un feroz rechazo a esta medida por parte de la oposición y las autoridades eclesiásticas, pero el matrimonio igualitario en España ha permitido que más de 75.000 parejas del mismo sexo hayan podido casarse durante los últimos 20 años, según confirman fuentes del Ministerio de Igualdad.

Por ello, La Rinconada ha querido rendir homenaje a esta efeméride con una mesa redonda en la que se analizaba qué supuso esa Ley y como ha influido en la comunidad LGTBIQ+, y también con una exposición, que permanecerá abierta hasta el final de esta semana en el Centro Cultural Antonio Gala.

En la mesa estaban presentes la delegada de Diversidad de La Rinconada, Noelia Ramírez, acompañada por José Raya, responsable del Punto Visible de la localidad y miembro de la asociación Adriano Antinoo, una organización andaluza de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales que nacía en Sevilla con el objetivo de dar un paso al frente por la igualdad de las personas, sin distinción por razón de sexo ni discriminación por la opción sexual; Agustín Burgos, presidente de la Asociación Crezco, que trabaja por dar visibilidad a las familias LGTB, aquellas en las que alguno de sus progenitores sea lesbiana, gay, transexual o bisexual y defender sus derechos, independientemente de cuál sea el origen de sus hijos, reivindicar los derechos de estas familias, al amparo de la Constitución Española y en las condiciones de igualdad que esta promulga, erradicar de la sociedad los comportamientos discriminatorios o excluyentes hacia las personas LGTB en general y hacia las familias LGTB en particular; dotar altruistamente a nuestras familias de recursos educativos, legales, asistenciales o de asesoramiento tanto para sus procesos de formación como para la normal y sana convivencia con sus entornos, ofrecer a la sociedad la oportunidad educativa del conocimiento de la diversidad familiar a través de nuestra experiencia, así como de otros tipos de familias, y trabajar por una regulación de la gestación subrogada que sea justa, garantista y que defienda los derechos humanos de todas las personas que intervengan en este proceso; Ginés Zamora, de Ad-Alium, un despacho de abogados enfocado al colectivo LGTBIQ+ que trabajan desde la empatía  para conseguir la mejor solución legal con un trato cercano y personal; con una amplia experiencia y una verdadera comprensión de los problemas particulares que afectan a las personas LGTBIQ+ y especialización en su resolución; y Mar González, investigadora de familias LGTBIQ+ y Psicología Evolutiva de la Universidad de Sevilla.

José Raya destacaba que “hoy celebramos que, desde hace 20 años en España y muchos lugares del mundo, el matrimonio igualitario es una realidad; es un derecho conquistado por décadas de lucha, activismo, pérdidas humanas, marchas, lágrimas y orgullo. Hoy, parejas del mismo sexo pueden caminar hacia el altar, lógicamente no religioso, firmar un acta, intercambiar anillos, y mirar al mundo diciendo que “Nuestro amor, como el tuyo, también cuenta”. Sin embargo, continuó, “ese ‘hoy’ no es igual para todos, porque mientras en algunos países se celebra la igualdad, en otros aún se condena el amor. Existen rincones donde el matrimonio igualitario es un sueño inalcanzable, y amar libremente sigue siendo un riesgo. Incluso donde la ley lo permite, la sociedad a veces sigue imponiendo sus prejuicios. Hay miradas que juzgan, comentarios que hieren, silencios que pesan. La igualdad legal no siempre es igualdad real. Aun así, hoy estamos más cerca que nunca de una sociedad más razonable, más sensible y, por ende, más justa. Mañana, ojalá, el matrimonio ya no sea ‘igualitario’, sino simplemente matrimonio”.

Por su parte, Agustín Burgos, recordaba que “para nosotros fue algo muy importante, un momento histórico en el que se juntaron un grupo de personas buenas que se pusieron a trabajar para que las personas LGTBIQ+ tuviéramos nuestros derechos y éstos se equipararan con el resto de la sociedad”. Burgos insistió en que la Ley “fue una revolución, porque nos permitió soñar con un proyecto de familia. Cambió la sociedad, nos dio dignidad e hizo que la sociedad entendiese que más allá de desfiles, fiestas y purpurina, éramos personas, éramos familias, hogares, educadores de nuestros hijos… creó una nueva figura legal que era la familia LGTBIQ+, si me permiten la expresión, nos dio permiso para vivir”.

En la misma línea se manifestaba Ginés Zamora, quien reconocía que fue “un cambio abismal que rompía el cliché de que una pareja homosexual se hiciera cargo de un niño”. Zamora alabó la valentía de José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Zerolo, que permitió pasar de la criminalización de la homosexualidad a la reivindicación de sus derechos”. Sin embargo, el abogado, recordó lo que ocurrió en ese momento y lamentó no haber escuchado nunca disculpa por las “barbaridades” que se dijeron: “el Consejo General del Poder Judicial, sin tener que entrar, dijo que vulneraba el derecho al matrimonio y que esta ley iba contra el derecho a la infancia, o el PP puso un recurso de inconstitucionalidad que tumbó un juez y nadie se ha retractado”.

Precisamente de futuro, opinaba desde su dilatada experiencia Mar González: “Podemos y debemos aprender de la historia”, comenzó para continuar recordando que “cuando en 2012 el PP llega al poder, las familias vivieron con miedo que pudieran derogarse sus derechos, algo que nunca ha pasado en España durante la Democracia, pero que hemos visto en democracias vecinas como en Polonia, Grecia o Hungría”. Por ello, refería, “es momento de consolidar derechos y pedir que se cumplan, porque, en ese sentido, tenemos que avanzar, porque, por ejemplo, hay escuelas que no están siendo espacios seguros y espacios diversos, cuando así está regulado por la Ley”.

Por último, la delegada de Igualdad del Consistorio, dijo que “esta ley fue el resultado de una ardua lucha de décadas por parte del colectivo LGTBIQ+ y sus aliados, un reflejo de la evolución social y el compromiso democrático de España con la igualdad y la no discriminación. Su aprobación generó un intenso debate en la sociedad, pero finalmente consolidó a España como un referente en derechos civiles a nivel internacional. Hoy, al cumplir dos décadas de esta histórica legislación, celebramos no solo un avance jurídico, sino también la consolidación de un país más diverso, inclusivo y respetuoso con todas las formas de amor y familia”.

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