Se trata de unas actuaciones para eliminar posibles residuos que puedan haberse ido acumulando con el paso del tiempo para garantizar su óptimo funcionamiento en caso de lluvias torrenciales
El arroyo Almonazar cruzaba el núcleo de San José, dividiendo al municipio en dos, generando un peligro histórico por las crecidas del río. En 1994, con la corta del Guadalquivir el riesgo de inundaciones disminuyó mucho, pero la solución definitiva se produjo en el año 2007, cuando se abrió la primera parte del soterramiento del arroyo, en lo que era la obra de ingeniería más importante de la historia de La Rinconada. Luego llegarían las fases II y III, que se abrieron de forma inversa, pero que completaron las obras en 2011, en lo que se demostró una obra maestra que no sólo permitió unificar las dos partes del municipio eliminando una cicatriz histórica, creó un bulevar para el disfrute de la ciudadanía con zonas de paseo, zonas verdes, parques infantiles y hasta pistas deportivas; y, lo que es más importante, acabó con el riesgo de inundaciones, funcionando a la perfección en los momentos de lluvias.
Ahora, el Ayuntamiento va a proceder a la limpieza del cauce soterrado, una limpieza subterránea que viene a eliminar posibles residuos que, a lo largo de los años, se han ido acumulando en el cauce y que pueden suponer obstáculos para el avance del agua en caso de lluvias torrenciales. “Se trata de unas obras que estaban perfectamente planificadas desde el soterramiento del arroyo para garantizar la limpieza del cauce y que, dentro de una década, habrá que volver a realizar”, destaca el edil de Infraestructuras Públicas, Rafael Reyes, quien, en compañía del responsable municipal de Hábitat Urbano y Medio Ambiente, José Manuel Romero Campos, ha visitado el inicio del cauce en una zona cercana a la nueva sede del área de Servicios Generales.
Las obras las va a ejecutar la empresa Carmocon y comenzarán a finales de mes, prolongándose hasta finales de septiembre. El importe de las mismas asciende a 50.000 euros y son actuaciones que requieren de maquinaria y permisos especiales para el desarrollo del trabajo en el subsuelo, lo que añade dificultad a la tarea.
“El compromiso municipal se enfoca en la planificación de los servicios públicos que se derivan del aumento poblacional, pero también en el mantenimiento de las infraestructuras existentes, garantizando la seguridad y la calidad de vida de los vecinos y vecinas”, concluye Romero Campos.