Ambiente festivo y mayor afluencia de público al recinto en una fiesta que registró múltiples actividades para todos los públicos
La Feria de La Rinconada llegó a su fin con el castillo de fuegos
artificiales, que despidieron la fiesta hasta el año que viene, después de
cuatro jornadas intensas, de ocio y diversión, de dinamización económica y de
confluencia de actividades para todos los públicos.
En la mágica noche previa al encendido del Alumbrado, el recinto fue un
continuo transitar de gente que se dirigía a sus casetas para disfrutar de la
Cena del Pescaíto y que fue llenando de vida un recinto familiar. La Caseta
Municipal no fue una excepción con la tradicional recepción a los mayores de la
localidad, que disfrutaron, no sólo del menú, sino de las distintas actuaciones
programadas.
Así, durante la cena, Alicia Puentenueva, con distintas colaboraciones,
hizo las delicias de los asistentes en solitario, a dúo y bailando por
sevillanas, antes de que Fran Bravo y La Bravíssima tomaran el relevo para
interpretar un repertorio de canciones de ayer, hoy y siempre.
También hubo intervenciones del alcalde, Javier Fernández, que estuvo
acompañado de las delegadas de Festejos y Mayores, Nadia Gallardo y Noelia
Ramírez, respectivamente, de la presidente del Hogar ’20 de julio’, Felisa
Domínguez, y el presidente del ‘Pablo Picasso’, Clemente Martínez. Fernández
destacó el trabajo de los presidentes de los hogares que “no siempre es fácil”
y animó a los presentes a “disfrutar de la Feria”. “Este año se cumplen diez
años que soy alcalde, pero anteriormente fui delegado de Fiestas Mayores y tuvo
el honor de trasladar la Feria a este recinto en el que nos encontramos”. El
primer edil se despidió agradeciendo el “cariño” que “nunca ha faltado desde
que llegué a la alcaldía y, aunque la gente a la que hemos ayudado nos muestra
su satisfacción, soy yo quien verdaderamente está agradecido a todos y todas
por la confianza mayoritaria que habéis depositado en mi equipo y en mi
persona, y sólo pienso en devolverlo con trabajo y compromiso”.
Y aunque la noche era joven, llegó el momento de dar oficialidad al
inicio de la Feria, como siempre, con la prueba del Alumbrado, que iluminó el
Real y que dio oficialidad a la ciudad efímera que representa el recinto. Los
tradicionales cabezudos hicieron su particular desfile y, entre música y fotos
con los presentes, la comitiva, encabezada por Fernández, llegó hasta la caseta
‘Patio Rinconero’, que este año celebra su 50 Aniversario y que, con motivo de
la celebración, había preparado una tarta conmemorativa. El alcalde quiso
entregar, con motivo del cumpleaños, una placa a la junta directiva de la
caseta, así como una insignia del escudo del Ayuntamiento a los dos socios más
antiguos en la actualidad.
La Caseta Municipal fue un año más escenario de distintas actuaciones.
Así, el jueves volvió a las tablas Fran Bravo y La Bravíssima para amenizar la
noche. El viernes, la orquesta Magia, que volvió el sábado, hizo las delicias
de los asistentes. El sábado tuvo lugar el Trofeo de Petanca organizado por el ‘20
de julio’, en el Parque de la Comunidad Económica Europea (el del Hogar del
Pensionista), y las actividades para los más jóvenes de la casa organizado por
la caseta ‘Los Jartibles’, con juegos infantiles tradicionales y,
posteriormente, con un cañón de espuma y un tobogán gigante, que prolongó la
diversión y ayudó a contrarrestar las altas temperaturas, que habían subido
durante el fin de semana.
El domingo el flamenco fue de nuevo protagonista, con el tradicional
Festival, organizado por Pepe Rueda. Por último, Sandra Ruiz y Jonás Campos, pusieron
el broche de oro con su ‘Noche de Coplas’ a una Feria que, minutos después de
la actuación de los artistas locales, se despedía hasta el año que viene con el
esperado castillo de pirotecnia.
Además, como ya ocurriera en la Jira, Protección Civil puso en servicio
su plan de identificación de menores. Unas pulseras identificativas en las que
se recogía información de contacto para solucionar rápidamente una situación
tan preocupante durante un evento de estas magnitudes como puede ser la pérdida
de un menor.
Por otro lado, el jueves las atracciones tuvieron un precio reducido de
1,50 euros, mientras que los asistentes a la Caseta Municipal pudieron
disfrutar su bebida, acompañada de una sardina asada por el precio de un euro.