El Estado de Alarma cancela la salida procesional de las Hermandades de La Rinconada, mientras en la localidad se empiezan a tachar fechas del calendario a la espera de la próxima edición
Lunes Santo. Llueve en La Rinconada. Este año no se está tan pendiente al cielo en la localidad para saber si las cuatro Hermandades podrán realizar su recorrido procesional por las calles del municipio. Este año ya se sabía, o se intuía, incluso antes de que se cancelara la salida de San José, Patrón de La Rinconada, que las Hermandades no iban a poder hacer su estación de Penitencia. El Estado de alarma por la alerta sanitaria del Coronavirus ha obligado este año a guardar el costal, la túnica y la mantilla. Descansa la voz del capataz y las trabajaderas sin costaleros. Reposan en sus estuches las cornetas, en el armario el traje de gala y en los ojos una lágrima que no termina de resbalar mejilla abajo, ahogada por el que sabe que es la mejor decisión. Las flores, la cera, las joyas, los mantos… todo espera en silencio al año que viene.
En una conversación de azotea, un vecino de La Rinconada le dice a otro que “cuando la lluvia cancela la salida de mi hermandad, me queda el consuelo que encuentro en el abrazo de mis hermanos. Este año lo echaré de menos”. En el balcón de al lado, un niño de unos seis años con un capirote de nazareno pasea la recreación de un paso, con su padre silbando ‘Amargura’ y su madre tratando de explicarle por qué este año no estarán todos a la vera de su Hermandad como cada año por estas fechas.
Las Redes Sociales se llenaba hace unos días de fotos de Nuestro Señor de la Humildad en El Prendimiento, el Cristo del Olivo, que este año iba a procesionar por las calles de La Rinconada por primera vez el Sábado de Pasión, pero que tendrá que esperar al año que viene. Tampoco los fieles rendirán devoción a María Santísima de la Salud el Miércoles Santo, ni a la Patrona de La Rinconada, la Virgen de los Dolores, el Sábado Santo. La pequeña Campana de San José no se abarrotará de gente al paso del Cristo del Perdón, ni los niños encabezarán el recorrido del El Resucitado. Y cada uno lo lleva como mejor sabe o puede: con más entereza, más emocionado, resignado, siguiendo los cultos por vía telemática, pensando en lo que pudo ser y no fue.
Sin embargo, los integrantes de las cuatro Hermandades locales y de la Agrupación Parroquial ‘El Olivo’ sonríen al pensar en el año que viene, la madre que explica a su hijo en el balcón sube la voz para anunciar la semana grande en 2021, mientras el padre rompe en aplausos. Dice un costalero local que “cuando se recoge mi Hermandad empiezo a contar los días para volver a llevarla en mis hombros. Este año tendré que contar un año más, pero esperaré la llegada con la misma devoción y esperanza que todos los años”.
Andalucía, Sevilla y La Rinconada son lugares en los que amamos vivir en la calle, donde nos sentimos orgullosos de nuestras tradiciones y, en cambio, hemos sido o estamos siendo ejemplo para la Organización Mundial de la Salud de buen comportamiento, de quedarnos en casa y de respeto a nuestra propia salud y la de nuestros vecinos y vecinas. Este año no podrá ser, pero no perderemos el buen humor, la alegría, el compromiso y la responsabilidad. Parafraseando a Neruda, “podrán cortar todas las flores, pero no acabaran con la primavera”. En La Rinconada la esperamos, para ver a nuestras Hermandades en la calle en 2021, con el olor a azahar y torrijas, radiantes tras un mal sueño del que, todos unidos, despertamos venciendo al Coronavirus.