Estación de las Letras se ha trasladado al IES Carmen Laffon en un nuevo encuentro literario en torno al género negro que inauguraba Lorenzo Silva y que ha continuado con Benito Olmo y May R. Ayamonte, ambos autores andaluces. Un ciclo que pretende poner en el mapa a la novela negra andaluza y que tal y como señala el escritor y conductor de este ciclo, Salvador Gutiérrez Solís, “ofrece una muestra muy representativa de la importancia y el papel de los narradores y narradoras andaluzas, que ya forman parte, de pleno derecho, del panorama nacional, en clave negra”.
En primer lugar, Gutiérrez Solís ha destacado “la apuesta que se hace en La Rinconada por la cultura y, sobre todo, por trasladarla a los más pequeños y a los centros educativos. Desde pequeño tener ese acceso a la cultura con una programación tan intensa a lo largo del año es una suerte. El Día del Libro es muy importante, porque en los libros podéis encontrar historias alucinantes, conocimientos que jamás pensasteis que podríais tener y cuantos más libros leáis, más libres seréis y distinguiréis la mentira de la verdad”.

Con respecto a la novela negra andaluza ha señalado que está mostrando “cómo vivimos, cómo son nuestros barrios y está situando a Andalucía en el mapa de este género literario”. Acto seguido ha presentado a Benito Olmo y a May R. Ayamonte, escritores invitados a este encuentro. 

Benito Olmo (Cádiz, 1980) es autor de varias novelas, entre las que destacan ‘La maniobra de la tortuga’, que ha sido adaptada al cine recientemente de la mano de Juan Miguel del Castillo, y ‘El Gran Rojo’, obra galardonada con el Premio Novelpol a la mejor novela negra publicada en 2021. También ha publicado ‘La tragedia del girasol’. Ha sido finalista del Premio Cartagena Negra 2019, del III Premio Santa Cruz, del I Premio Aragón Negro y del Tormo Negro Masfarné, entre otros. Ha vivido en Frankfurt am Main y actualmente reside en Madrid, donde compagina la escritura con varios proyectos audiovisuales. 

May R. Ayamonte (Huelva, 1996) es graduada en Estudios Ingleses con dos másteres en enseñanza y literatura con perspectiva de género; activista y militante de movimientos sociales, lectora voraz y onubense. Tiene hasta la fecha nueve novelas publicadas: ‘Amor más allá de la unicidad’, ‘Iris’, las dos primeras partes de la trilogía ‘Infinite’, ‘Besos Entre Líneas’ (Planeta, 2016), ‘De Nadie’ (Destino, 2017), ‘Contra Corriente’ (Destino, 2018), ‘Mar Profundo’ (Edebé, 2021) y ‘Las niñas salvajes’ (Contraluz, 2022). Desde ayer tiene en el mercado ‘Las aguas sagradas’ (Contraluz, 2023). Actualmente es CEO de su propia empresa, LITERALI BOX y se dedica a dar charlas de fomento de lectura para colegios e institutos.

La primera cuestión abordada ha sido sobre la situación de la novela negra andaluza. Así May R Ayamonte ha señalado que “es muy interesante y me parece un honor que haya autores que pongan acento andaluz a las novelas, ambientarlas en Andalucía implica tener referentes”.

Por su parte Benito Olmo ha explicado que tanto ‘La maniobra de la tortuga’ como ‘La tragedia del girasol’ están ambientadas en Cádiz. “El crimen hace mucho que dejo de ser patrimonio exclusivo de las ciudades, los crímenes no tienen que suceder en Madrid, en Manhattan, en Barcelona... lo importante es reflejar esa diversidad y llevarla a nuestro terreno. Con ‘La maniobra de la tortuga’ tenía miedo de cómo se iba a tomar la gente de Cádiz que mostrase esa otra cuidad alejada de estereotipos, pero funcionó bien”.

Ambos autores se definen como lectores voraces. Así Olmo ha referido que ha sido un gran lector desde pequeño. “Dice Pérez Reverte que un escritor no es otra cosa que un lector voraz, que escribe para devolver algo a los libros. De niño las novelas juveniles se me quedaron cortas y quería leer ya novelas de adultos, y leía a escondidas libros de Stephen King, por ejemplo”. Esa lectura lo llevó a sentir que “necesitaba contar historias, quería de alguna manera participar en esta fiesta que es la lectura”. El escritor gaditano también ha contado al joven público que ‘El pirata Garrapata’ fue el libro que lo convirtió en lector y ‘Todos los detectives se llaman Flanagan’ lo que le hizo elegir el género negro.

Por su parte, Ayamonte ha señalado que “fui una gran lectora desde pequeña porque a mi familia le encantaba la literatura. Un episodio en mi vida fue que sufrí bullying durante todo el colegio y me escondía en el baño para que no me pegaran y allí leía, la literatura se convirtió en mi refugio”. La lectura la llevo a la escritura. “Escribía desde pequeña cuentos. Con 12 años escribí un relato, mis padres lo vieron, me echaron la bronca por usar ordenador sin permiso y luego me animaron a autopublicar mi primera novela que era literatura juvenil fantástica.  Vendí 12 libros y para mí eso fue un hito. Continué autopublicando varias novelas más y en la universidad entré en una editorial más grande”. Sus referentes de niña fueron ‘Kika Superbruja’ y la saga ‘Las crónicas de Narnia’.

También han reflexionado sobre el oficio de escribir. Así, Benito Olmo ha afirmado que es un “oficio muy solitario, donde pasas muchas horas sólo y donde no descansas porque te llevas las historias contigo, aunque no estés escribiendo”. En cada novela tarda un año y medio, tres meses de borrador y luego llega la reescritura. Asimismo, durante ese proceso lee mucha novela negra y cómic de género negro y cuando corrige opta por una literatura más elaborada para perfilar la novela.

May R. Ayamonte escribe en todos los sitios y lo comparte con su familia, amigos, pareja. “Cada día escribo seis folios, de lunes a domingos” y ha recordado un consejo que le dio su profesor de lengua: “Si empiezas algo termínalo, ponte una rutina si quieres escribir como profesión”. 

La adaptación cinematográfica también ha sido tratada en este encuentro. Benito Olmo, cuya novela ‘La maniobra de la tortuga’ ha sido adaptada al cine, ha subrayado que “cuando se adapta una novela hay que tener en cuenta que es un lenguaje diferente al cinematográfico, hay cosas que funcionan en los libros y en una película no. Las adaptaciones suelen respetar el espíritu de la novela, aunque no sea así, lo que sí se va a conseguir son nuevos lectores gracias a la adaptación”. 

Con respecto a las críticas, Olmo ha subrayado que “no se puede luchar contra eso, mi trabajo no es gustarle a todo el mundo, sino escribir la mejor novela que pueda escribir, lo mejor que puedo dar de mí, cuando un lector le da una oportunidad al libro, no puede sentirse decepcionado”. También en ese aspecto May R. Ayamonte ha comentado que a través de las redes sociales hay muchos haters. “Llegas a un punto en el que aprendes a obviar y olvidar los comentarios crueles, las críticas constructivas las agradezco”.

Ambos no se plantean dejar de escribir. “Siempre he querido ser escritor, estoy viviendo una vida soñada, hago lo que me apasiona, me gusta, me lo paso bien, que me paguen por hacerlo es un premio”, ha sentenciado Benito Olmo.
“No me planteo dejar de escribir porque lo hago por necesidad. Los escritores no nos jubilamos. Sí he pensado a veces en dejar de publicar, porque hay mucha incertidumbre, hay años buenos y años malos, el miedo al fracaso, es un trabajo muy inestable”.