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El San José dilapida sus opciones tras perder ante la Rociera en un partido marcado por los errores en defensa y la autoexpulsión de Acuña
El San José, que soñaba con ser segundo y optar así al ascenso a Tercera, tendrá que conformarse con ser cuarto si no media un milagro, ya que, en el partido decisivo en el que todo estaba en juego, le salió cruz a los de Juan Carlos Garzón.
Después de una semana marcada por los esfuerzos de la directiva por llenar el campo y por la conjura de la afición en el partido de la temporada, el resultado sobre el césped se asemejó a otras decepciones como las existentes en el presente ejercicio.
El partido comenzó con el pasillo de todos los escalafones y de los dos contendientes senior al segundo equipo cadete, que ha conseguido el ascenso a Primera Provincial tras ganar en Guillena. Después, se guardó un sepulcral minuto de silencio en memoria de Fali Venegas, recientemente fallecido.
De inicio, con las bajas conocidas de Joselito y Álvaro, volvía a haber sorpresas como la no convocatoria de Leo o Andrades, la ubicación en el mediocentro de Álvaro Díaz –que fue señalado en Castilleja al ser relevado en el minuto 40-, la presencia de Kiki pegado a la banda o la ubicación de Serrano en la izquierda con Loren en el banquillo. Tal vez, el técnico tuviera sus motivos para alinear a quien puso, pero desde las gradas no se entendía el once inicial, y menos aún cuando, en el minuto dos, Velázquez retrasó la bola de manera horrible, provocando que Carlos le ganara la espalda a Enma, encarara a Jairo y la batiera de sensacional tiro cruzado.
Los cañameros se ahogaban. Plusco pudo empatar, pero cruzó en exceso. Demasiada responsabilidad para convocar a cuatro juveniles, con otros tantos jugadores del primer plantel en la banda sin vestir por motivos técnicos. En el 27, un saque de falta cerrado se envenenó sorprendiendo a Jairo, que se sacó la pelota de encima como pudo. Enma y Velázquez no marcaban en el rechace y Manolo sólo tuvo que poner la testa para marcar a placer. 0-2 en dos llegadas nazarenas y el choque decidido, más aún, cuando, un minuto después, Jesús Acuña se autoexpulsó en un balón al que llega tarde y arrolla a un rival, teniendo ya una tarjeta amarilla por protestar. La roja se veía venir desde que vio la primera amarilla. Se comentaba en la banda…
A partir de ahí parece que el San José despertó. Lo cierto es que la Peña Rociera dio un paso atrás, cerró con dos líneas de cuatro y le dio la pelota a los cañameros, que tocaban y tocaban, pero se les hacía de noche al llegar a la línea de tres cuartos. Álvaro Díaz lanzó al poste en un disparo lejano que se envenenó y Plusco marcó, aunque en fuera de juego, tras una jugada sensacional de Kiki. Al descanso, los de Juan Carlos Garzón necesitaban un milagro, aunque esta vez el técnico no señaló a nadie con un relevo antes del intermedio.
En la segunda parte, los de Emilio López empezaron cercando la meta de Jairo, con una ocasión inmejorable para Celes que Jairo desbarató con una mano milagrosa. La réplica azulina llegó con un segundo remate al palo, esta vez de Manu, que tampoco tuvo suerte de cara a puerta. Los nazarenos, por su parte, vivían tranquilos, gestionando bien la ventaja en el marcador, y arañando con veteranía segundos al crono, ante la bisoñez y la inferioridad cañamera.
Villalón remató al larguero un pase desde la derecha, en otra ocasión inmejorable. Luego, Plusco se plantó solo delante de Rivas, pero su remate lo desvió el portero, cuando Manu y Lobo, otro juvenil que debuta con la elástica del primer equipo esta temporada, esperaban con la caña preparada. Los de Emilio López dispondrían de un nuevo mano a mano, que Jairo desbarató, esta vez ante Dani Vázquez, mientras que Loren, de falta directa, remató a la derecha del cancerbero visitante.
El pitido final despertó a los de Juan Carlos Garzón del sueño del ascenso. Otra vez los errores propios desmontaron las opciones azulinas esta temporada. Otra vez, cuando parecía que se reenganchaban al tren del ascenso, volvieron a dilapidar los puntos de ventaja, para escarnio de unos aficionados que volvían a decepcionarse con el equipo.
Ahora el San José es cuarto, a dos puntos de Lebrijana y Rociera. Los blanquiazules, que empataron en Gerena, tendrán que jugar en Espiel ante un equipo salvado y cerrarán en casa ante el Coronil, mientras que la Rociera, que es ahora quien mejor lo tiene, cuenta con tres puntos en su casillero de la última jornada con el Marinaleda y sólo tiene que recibir a un ya salvado Palma del Río, lo que covierte las opciones del San José en utopía y condena al equipo a seguir un año más en Andaluza víctima de sus propios errores.