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El San José se impone en Cartaya gracias a un gol de Resumi y a un enorme ejemplo de solidaridad defensiva
Como ocurriera en San Juan en la tercera jornada, a la que
el equipo llegó con un solo punto, el San José saltaba al césped del Luis
Rodríguez Salvador de Cartaya con dos derrotas en el zurrón de sus últimos
partidos y la obligación de dar un giro de timón a los resultados en un
escenario no demasiado propicio para ello.
Con las bajas de Lolo, Mimi, José Carlos, Álex, Marcos o Linares, los cañameros salieron con un equipo equilibrado, con la esperada alternativa para Corriente y Santi Martínez y con Campos en la medular como director de orquesta. Atrás, David López ejercía de central junto a Ernesto, que volvía de Sanción y Nino barría por delante.
Una presión brutal en los primeros minutos de encuentro descompuso a un veterano Cartaya, a la par que los azulinos rompían por banda en velocidad una y otra vez. Y en éstas, en el minuto 5, un mal despeje de Oliveira dejó un balón franco a Resumi que ejerció de killer para fusilar a Ferriol y subir el que, a la postre, sería el único tanto del partido. Claro que en ese minuto eso no se sabía, quedaba un mundo y tocaba remangarse para defender tan preciado botín. Una renta que pudo ser mayor si Varona acierta a ver puerta en un remate que se fue alto o si Campo hubiese andando más rápido para armar la pierna poco después. La banda diestra cañamera, con Mario y Santi Martínez hacía diabluras y el Cartaya no sabía por donde defender.
Sin embargo, la intensidad visitante se fue apagando y los pupilos de Manuel Juan Limón empezaron a mandar, con el control de la pelota y haciendo sufrir al San José. Un disparo cruzado en exceso y un remate al poste, en una jugada en la que los cañameros reclamaron falta sobre Sebas fue el bagaje onubense en la primera parte.
La segunda fue un monólogo del Cartaya. Corriente y Santi Martínez estaban fundidos y fueron relevados, pero ni Plusco ni Dani estuvieron especialmente entonados. Resumi era un pilar para fijar a los centrales, pero no hacía daño y los locales, de la mano de Juan Zambrano y Canito, empezaban a acosar cada vez más el arco de Sebas. Una chilena de Canito con posterior remate de Isma pudo acabar en gol, pero acabó estrellándose en el palo. Los de Limón buscaban continuas faltas laterales con la complicidad del colegiado gaditano Medina Martín, muy casero, que señalizaba todas las caídas cartayeras. Sin embargo, en ese momento Jairo, que había sufrido en la primera parte, se entonó, David López estuvo a un nivel extraordinario y, sobre todo, Ernesto dio un paso al frente y se comió a los atacantes locales. Todo ello unido a una enorme solidaridad de todos los jugadores, empezando por Resumi, que se vaciaron en ayudas defensivas, en la presión y dieron una lección de esfuerzo, evitando que la pelota llegara a la meta azulina. Y cuando llegaba aparecía Sebas, claramente de menos a más en el partido, acabando a un gran nivel que transmitía mucha seguridad a sus compañeros.
Ni la expulsión de Mario por doble amarilla en el 86, por un tema también protestado, ya que salió al campo cuando iba a ser sustituido por orden del auxiliar del colegiado y el árbitro le amonestó por hacerlo, amilanó a un equipo de Dioni Arroyo que no estaba dispuesto a dejarse el botín.
El pitido final reflota a los azulinos en la tabla, con diez puntos, y los llena de moral de cara a la visita del Pozoblanco al Anexo al Felipe del Valle el próximo domingo a las 12:00 horas.